Lo llaman estado de buena esperanza, supongo que precisamente porque la esperanza es lo que te hace sobrellevar algunos de los momentos menos agradables del “bonitismo” que en principio es el embarazo.
Y me considero una persona informada, sobre-informada en muchos casos (me lo dice el test de Bebés y Más y yo le creo) pero en estos tres meses ha habido algunas cosas que no me explicaron del primer trimestre de embarazo y que amablemente vengo a contaros (de nada).
1- Me volví una agonías. Si me molestaba el bajo vientre me preocupaba, pero si no me molestaba, estaba a punto de plantarme en urgencias. Esto es un día sí y otro también.
2- La primera visita en el ginecólogo es a las 8 semanas. Yo pensaba que iba llamar, decir que estaba embarazada e iban a correr todos a atenderme y pasarme un listado de consejos, cosas que hacer, que no hacer, qué comer, qué evitar y demás. Nada más lejos de la realidad. Me dieron visita 4 semanas más tarde (una eternidad en la me planteé volver a hacerme la prueba para confirmarlo…) y ni lista de cosas ni nada.
La visita básicamente fue una eco de confirmación (emocionante) y para casa con visita dentro de 4 semanas más.
“¿Cómooooooor? (a lo chiquito, sí) ¡Que estoy embarazada! Tienes que hacerme analíticas y decirme cosas. ¡Que tengo las hormonas de after por mi cuerpo y no me hago responsable de ellas!
Mi ginecólogo se quedó con cara de “otra primeriza histérica” y me dijo que en la siguiente visita, a las 12 semanas sería cuando me pediría las pruebas que mientras, disfrutara del embarazo. Y se quedó tan ancho. (Ja!)
– No he tenido náuseas (gracias), pero del sueño no me libró nadie. Me caía literalmente algunos días delante del ordenador. Una risa, vamos.
3- El Sr. Google ha sido mi mejor amigo. Ya sé que no es bueno consultar los buscadores para cualquier duda, pero aún y así, lo he hecho. Tengo que decir que la mayoría de las veces me he quedado tranquila.
4- ¿En serio salen pelos donde antes (lo prometo) no había nada de nada? Pues sí, es así de fantástico todo. Doy fe.
5- Me he vuelto la mujer más hidratada del mundo. Aceite de almendras por la mañana y Nivea por la noche. ¡Es la guerra a las estrías! La ropa se me queda enganchada a la piel.
6- Todo lo que leo es que en primer trimestre no engordas nada. MENTIRA. Yo he engordado 4 kg. Así, como de un día para otro. Y eso sin tomar vino (ni cualquier otra bebida digna de festividad, alegría y jolgorio), ni embutido. Flipa.
7- He necesitado tener un baño cerca cada 30min. Yo creía que eso era en el tercer trimestre, pero no, parece que en primer trimestre también. Me he despertado cada una de las noches para hacer una visita al Sr. Roca. Un horror.
8- Granos. Dicen que la fantástica progesterona es la culpable. La verdad es que mi me es igual. Lo que me importa es que nunca he tenido granos y ahora los tengo. Y eso que dicen que te pones más guapa… Pues no será por los granitos que te han salido, exactamente…
9- Nariz tapada todo el santo día. Sí, otro fantástico síntoma. La bomba, vamos. Entre los granos, ir al baño constantemente esto es la repera.
10- La emoción me pudo y a #doninalterable le solté a lo bruto la notica sin poder aguantarme, en la situación menos apropiada. Todavía nos reímos. De hecho, se lo tomó a broma hasta que vio los dos palitos (junto con la caja para identificar su significado). Adiós a mi plan idealdelamuerte de darle la noticia…
Tengo que decir que justo en el momento de ver los dos palitos la alegría dio paso al acojone al ver que “esto va en serio”.
Seguro que me dejo mucho en el tintero, pero esto es lo más destacado que me viene a la cabeza.
Para poder sobrellevar estas sorpresillas inesperadas nada mejor que un capricho, verdad? En mi caso, unas fajitas de lacón y queso, en homenaje a mi segunda tierra y porque están de vicio. Una combinación de dos culturas totalmente complementarias en este caso ideales para un almuerzo o cena informal.
Os dejo la receta aunque no puede ser más fácil.
Espero que os guste. ¡Feliz semana!
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Ingredientes fajitas lacón y queso
– Tortillas de maíz o trigo
– Lacón ahumado
– Queso cremoso (yo utilicé el queso San Simón da Costa ahumado)
– Pimentón de la Vera (utilicé el de Las Hermanas)
Elaboración
Cortar el queso en láminas y el lacón en taquitos para que sea más fácil al morder.
Rellenar las fajitar, espolvorear con pimentón, cerrar y poner en una parrilla, sartén o tostadora unos 3min, hasta que el queso esté deshecho y haya cogido temperatura.
Servir.
Me alegro mucho de tu embarazo Mònica, espero que durante los seis meses que te faltan, descubras mucho más y que todo sea agradable.
Muchas felicidades.
Jajajaja, lo del peso y el sueño lo confirmo es horrible el primer trimestre. En el resto pués depende, cada embarazo y ginecólogo es particular. Mi ginecólogo me visitaba cada 15 o 20 días y estuvo muy pendiente de mí. Al final del embarzado iba cada semana. Respecto al vello a mí dejó de crecerme y la piel se me puso como la de un bebé, desapareciendo incluso la celulitis! Los efectos extraordinarios perduraron durante el primer año del bebé y poco a poco todo volvió a su sitio, incluída la celulitis, por desgracia.
Sea como sea, es una etapa muy especial, inquietante y desconcertante pero preciosa. Disfrútala mucho. Cada instante es irrepetible.