Qué difícil es llegar a todo cuando tienes tanto a lo que llegar. De hecho, es imposible, y me ha costado mucho tiempo y disgustos saber que no puedes hacer todo y encima bien. Así que como ni tengo tiempo de hacerlo bien ni de hacerlo dos veces, hay dos medidas que he tomado y que espero que me cambien un poco el ritmo:
– Delegar. Lo que solamente puedo hacer yo, va a la lista de pendientes y el resto, delego.
– Asumir que no puedo hacerlo todo, así que además de un millón de listas, hago lo que realmente es importante y urgente, así al meno puedo ir tachando cosas, cosa que da muuucha satisfacción y es gratamente reconfortante.
Y es que no se puede con todo, asumámoslo. Y mucho menos con un bebé de un añito recién cumplido y una barriga a la que es más fácil saltar que dar la vuelta.
Así que simplemente me dedico a organizar el día siguiente con unas horas de antelación, llevo mi agenda a todas partes e intento no estresarme nada de nada.
Claro que surgen imprevistos que hacen que vaya corriendo a algún sitio con mis andares de pato, pero a parte de eso, la verdad es que la mayoría de las veces, consigo estar tranquila, tomarme la vida con humor y desconectar.
Y para desconectar de todo, ¿qué tal unas tartaletas de mascarpone e higos? Son super fáciles de hacer y aprovechamos ya los últimos higos de la temporada. Porque un caprichito, también nos lo merecemos, ¿verdad?
¡Feliz semana!
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Ingredientes: (3 tartas pequeñas)
– 1 lámina masa brisa preparada
– 12 higos
– 200 gr mascarpone
– 200 gr queso untar
– Miel
Elaboración
Precalentar el horno a 180º.
Extender la masa y ponerla en los moldes. Poner algún peso para que no levanten y cocinar en el horno a 180º durante 15min. Dejar templar y desmoldar.
Mezclar los quesos y rellenar las masas con ella. Lavar los higos, cortar los dos extremos y hacer dos cortes longitudinales. Poner encima de las tartas y cubrir con unos chorritos de miel al gusto.
Servir.