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Dalkys de chocolate caseros
Hay dos tipos de personas:
  • Las que se comen las cosas ricas a bocados grandes. 
  • Las que se comen las cosas ricas a pequeños bocados para que duren más. 
Yo soy de las segundas. De pequeña los dalkys los tomaba muy poco a poco para que duraran al máximo. En cada cucharada una pequeña porción de nata y un poquito de chocolate. La cantidad justa para saborearla y disfrutar de ese momento. Y es que claro, los dalkys eran un lujo que solo se tomaban algún fin de semana como recompensa por una semana ajetreada de colegio y deberes. (Lo mismo que ahora, vamos). Ahora tenemos dalkys homemade en casa para poder difrutar del fin de semana que ya está aquí. Te dejo la receta por si te animas. Ingredientes para aprox 5 dalkys:  Para la crema de chocolate
  • 750 ml de leche
  • 100 gr de azúcar
  • 60 gr maizena
  • 45 gr de cacao en polvo sin azúcar (yo utilizo Valor)
Para la nata
  • 250 gr nata para montar (mínimo 35% de grasa)
  • 40 gr de azúcar glass
Elaboración: Mezclamos en un bol la leche fría con la Maizena, mezclamos bien e incorporamos el azúcar y el cacao. Lo ponemos
Montadito de langostinos en tempura

Montadito de langostinos en tempura

Pues nada, ya han acabado las mataciones y empezamos de nuevo la vida "normal", entendiéndose por normal, la rutina de colegios, trabajo y quehaceres habituales en sus horas habituales.  Desde luego las vacaciones, son época de disfrute, de relajamiento y diversión, que después de los añitos que llevamos ya se agradece un poco de despiporre. Y tanto despiporre, tanto, que necesitas dos semanas para ponerte en forma para el casting de Cibeles "ponelnombredelcolegioprivadodeturno". Que ríete tú de la báscula simpática que te dice que te sobran 8kg de los 5 que debías perder. Aquí no hacen falta palabras, con las miradas basta. Pero te digo una cosa: Ya soy veterana. Sí, de las que ya tiene amigas del año pasado, de las de grupito y de las que echan una mano a las que se olvidan la mascarilla, las despistadas que llevan el uniforme que no toca el primer día y las que se han olvidado las toallitas y las fotos de los retoños (osea, yo misma). Que ya digo yo que el primer día de cole es duro para los niños, pero también para las madres porque si no te olvidas una cosa, te olvidas otra, te
Ensalada de calabacín a la plancha con burrata

Ensalada de calabacín a la plancha con burrata

Burrata, ese producto con nombre inversamente proporcional a lo delicioso que está. Podría decirse de esta ensalada que el protagonista es el calabacín, pero es que la burrata le quita (y le da) todo el protagonismo.  Su traducción sería "mantecoso" y desde luego, no hay nombre que le vaya mejor porque este queso fresco de pasta hilada, si tiene algo es suavidad y mantecosidad (¿existe esta palabra?). Realizado únicamente con leche de vaca, cuajo y crema se ha convertido en los últimos tiempos en un imprescindible en nuestras cocinas. Ya sea con unos simples tomates (ojo que empieza la temporada), en una pizza (no muy de mi gusto, la verdad) o con unos calabacines a la plancha y una pipas tostadas que hacen que un plato de lo más sencillo te hagan tocar el cielo. Absolutamente delicioso. Y oye, estando en el momento en el que estamos, necesitamos estos pequeños placeres. Y para acompañar el placer, redondearlo y subir dos peldaños más, mi cava favorito de todos los tiempos: 1917, un cava Brut Nature Reserva especial de Maset.  No solamente su presentación
Ensalada de alcachofas en conserva

Ensalada de alcachofas en conserva

Hace un año justo, nos confirmaban la noticia que llevaba días rondando en nuestras cabezas pero que no queríamos aceptar. Todos encerrados en casa sin poder salir más que para sacar al perro, bajar la basura y hacer la compra de lo básico. El papel higiénico se agotó, hacerse con levadura química fue una odisea y tener un perro se convirtión en el Birkin del momento. Salir a la calle te transportaba a la película de Amenabar "Abre los ojos". Las calles desiertas y cuando te cruzabas con alguien en el pasillo del supermercado, ni le mirabas no fuera a ser que con la mirada fuera a contagiarse algo. Un señor al otro lado del mundo se come un pangolín (o cualquier otra historia posiblemente verídica de conspiración) y de repente el mundo se para. Llevamos un año ya de eso y aunque nos queda ya algo lejos el confinamiento total y algo más cerca el fin de esta odisea gracias a las vacunas, nos quedará siempre en la retina y en el corazón aquel sentimiento de no poder más. Todavía recuerdo la cara de mi hija, que todavía no
Merluza en salsa verde

Merluza en salsa verde

Fatiga pandémica dicen. Hasta el coño de la puta pandemia y del chino que se comió un pangolín. Llevamos casi un año así, con mascarillas, con restricciones, sin abrazos y sin besos, sin viajar, sin celebrar cumpleaños, ni Navidad, ni Carnaval, sin ir de boda, sin salir a bailar fuera de la ducha, sin compartir bravas con amigos y con un agotamiento de pensar en lo que sí puedes hacer dentro de tu municipio, con tu núcleo de convivencia y al aire libre que ya es agotador. Pero vamos a hablar de cosas bonicas.  Esta semana, me he puesto al día con amigas: Videollamadas por Skype, por WhatsApp, desayuno en una terraza, café en medio del parque, paseito con distancia. Y así al menos, me he quitado una espinita, especialmente de ver la sonrisa de una amiga que lo pasa regular y el barrigón de otra que dará a luz en unas semanas. Y eso, me ha cargado un poco las pilas. Al menos nos hemos echado unas risas y si nos hemos olvidado por unos momentos que vivíamos en pandemia. Esos pequeños momentos que hacen que la pila se recargue de energía de la buena. Como la comida

Habas a la catalana

Habas a la catalana

El lobby de las madres del cole.  Este es el primer año de I. en el cole "de mayores". Hasta ahora nos habíamos hecho con la guardería en  pero ya hemos pasado a la liga profesional. Profesional y privada señores. Ahí ríete tú de las aventuras de Serena y Blair. Aquí los niños pasan a actores secundarios y las nominadas al Globo de Oro somos las madres. Porque las madres, señores, lo somos todo.  El primer filtro que hay que pasar es el del coche. Totalmente superficial, accesorio e innecesario. Si no tienes vehículo propio 4x4 o con el sello de BMW, los anillitos parciales olímpicos o un escudo, mejor que contrates el servicio de autocar. Pasado esto y antes de dejar a tu retoño con un "te quiero" en la puerta de clase, tienes que esperar en la cola a que abran las puertas y tomen la temperatura al angelito. La pasarela Cibeles es pura afición. No es necesario ir como a una boda, de hecho la mayoría de los especímenes femeninos no trabajan con lo que el total look sport es lo que se lleva. Puedes ir en chándal (Chanel of course), con deportivas (Gucci, no Leer más
Galtes con puré de boniato
Puto Covid de los cojones.  Estamos a mediados de octubre y sigue aquí el maldito dando por saco igual o más que hace unos meses. Porque ya estamos hasta el toto del dichoso bicho. Maldito el chino al que se le ocurrió comerse un murciélago o lo que sea. O al laboratorio que se le fue de las manos o la teoría conspiracional que haya detrás. Me da lo mismo. Estoy hasta el toto.  Es la segunda vez que tengo que anular un plan con mis amigas, planeado desde hace meses y con una ganas terribles. Que sí, que lo sé. Que hay dramas peores, que tenemos que estar agradecidas porque estamos bien, con salud tanto nosotras como nuestras familias. Pero joder!!! Que necesito risas, abrazos, vino y mucho relax.  En fin, que estamos en otoño, donde los colores al menos son amigables, donde hacen que te recojas en casa, que te abraces por dentro (por que son de los pocos abrazos permitidos). Esta receta de Galtas con puré de boniato es deliciosa. Melosa, cariñosa, se deshace en la boca y te transporta a un mundo sin virus. Acompáñala de un buen vino como el
Magdalenas caseras

Magdalenas caseras

Echo de menos cocinar. Rectifico: Echo de menos cocinar como lo hacía antes. Con tiempo, con paciencia, en soledad, con la única compañía de música de fondo y una copa de vino. Lo echo mucho de menos y hasta hace dos días no me había dado cuenta de cuánto lo añoraba.  Dos niños pequeños, una pandemia, un nuevo proyecto y poco tiempo es lo que tiene. Una de deja y se olvida hasta de lo que realmente le gustaba. Echo de menos mis sesiones de fotografía eternas, sin prisas. Echo de menos mis talleres de fotografía gastronómica donde nos echábamos unas risas y conectaba con personas con la misma pasión que la mía. Echo de menos a mis amigas bloggers, con las que igual íbamos a un evento que nos escapábamos a Zaragoza a quedarnos afónicas de tanto reír. Echo muchas cosas de menos y ahora que lo sé, voy a poner remedio.  Mientras, os traigo estas magdalenas (receta de Webos Fritos). Unas magdalenas jugosas, con mucho sabor y algo húmedas que se deshacen en la boca. Perfectas para poder preparar con los peques de casa. ------- Ingredientes: 4 huevos pequeños 200 g de azúcar 200 g de aceite de oliva virgen extra de
Alcachofas con anchoas y Pazo de Oiras

Alcachofas con anchoas y Pazo de Oiras

En esta cuarentena la verdad es que no he tenido demasiado tiempo para pensar, ni para actuar ni para nada. Ni siquiera para leer. Pero desde hace unas semanas en las que los niños han vuelto por unas semanas a la escuela, reconozco que me he relajado y he vuelto a recuperar una de mis aficiones: La lectura.  Aprovecho cuando los niños están ya dormidos para irme a la cama pronto y poder dedicarle, aunque sea 15' a un buen libro. Los que me están apeteciendo ahora son libros frescos, ágiles y que te dejan buen sabor de boca. Así conocí a Las Claves de Sol y su libro: "Algún día no es un día de la semana".  Fantástico y perfecto para echarte unas risas y pasarlo bien. Y gracias a Sol Aguirre y su cuenta de IG donde enumera todo lo que le gusta, me he dado cuenta de lo importante que es escribir todo lo que te gusta, para en los momentos de bajón, agarrarte con fuerza a todas esas pequeñas cosas que te hacen
Ensalada de rábanos

Ensalada de rábanos

La primavera llegó a nuestra vida mirándola desde la ventana.  Que mi estación favorita llegara de esta forma me dejó entre atontada y abrumada. Como si la vida la viera a través de una pantalla con una neblina que no sabía de dónde venía. Como si fuera un sueño. Un sueño en el que cada amanecer deseaba despertar pero aunque lo deseara cada día con más fuerza, la vida del día de la marmota seguía ahí.  Ahora por fin podemos salir a pasear, no bajamos la guardia pero podemos disfrutar de paseos, del sol en la cara, del olor a hierba, de higueras y de lluvia de esa que agradeces cuando hace tanto tiempo que no tienes contacto con nada más que con tu mini mundo. En el parque de delante de cada han nacido además 10 patitos preciosos que estamos todos cuidando y alimentando, intentando que ningún depredador (gaviotas, perros, etc) se hagan con ellos. Por ahora lo hemos conseguido y estamos felices. Salimos cada día a pasear y que los niños corran, se desahoguen y se cansen. Tienen ganas de cole y de que se vaya el bichito, pero es como estar en unas semi-vacaciones
Nutella casera (en thermomix)

Nutella casera (en thermomix)

Empezamos la cuarta semana de confinamiento y esto es una mierda. Que sí, que no estamos encerrados, que estamos a salvo, pero es una mierda igualmente. Y no quiero ser negativa, no, que oye, no sabía si era la tercera o la cuarta semana ya de cuarentena, pero vamos, que si la cuarentena son 40 días y llevamos 21, ya podemos hacer números... Pues eso, una caca pinchada en un palo. Me pasé la primera semana de confinamiento entre asombrada, viviendo una película mezcla de "El día de la marmota" y "Virus" y pensando en condicional. Si hubiera hecho esto o aquello, si estuviera aquí o allí, si trabajara para unos o para mi, en fin, un bucle interminable que me dejó bastante agobiada. Porque realmente, estar en casa no es lo que me preocupa, la casa no se me cae encima, tengo la suerte de ser bastante casera, de haber estado teletrabajando mucho tiempo y de sentirme a gusto entre cuatro paredes. Pero llevo fatal no sentirme útil (que lo soy, lo sé) y dedicar todo mi tiempo a los niños, la casa, cocinar, recoger y volver a
Mi 2019

Mi 2019

Desde hace unos años, al finalizar el año hago un recopilatorio de lo que ha significado para mi el año que acaba. Hace ya mucho tiempo que paso de buenos propósitos y simplemente doy las gracias por todo lo que el año que ha pasado me ha traido y vamos a dejar al nuevo, que llegue con tranquilidad y sin la presión de las expectativas y propósitos, que ya sabemos que la presión casi nunca es buena. Y resulta que estamos iniciando febrero y yo todavía no había hecho mi recopilatorio. Si es que no me da la vida! Bueno, sí, pero una tiene sus prioridades que básicamente son: Estar con mi familia y trabajar. Entre medio, poner alguna lavadora y cocinar. Tiempo para fotos, posts y demás, si no son trabajo, pocas veces me da tiempo. Así es la vida, cuestión de prioridades. Y yo, por ahora, las tengo claras. En fin, mi 2019...
  • Empezó con una bebé de 15 días en brazos. (Brazos que no ha soltado en 12 meses).
  • Me he caido "literal" de sueño más veces de las necesarias.
  • He aprendido a mirar hacia otro lado.
  • He cedido mis tetas a una personita que ha hecho con
Trinxat de la Cerdanya
 

Trinxat de la Cerdanya

Emprendedor/a: Que tiene decisión e iniciativa para realizar acciones que son difíciles o entrañan algún riesgo. El otro día fue el día de la mujer emprendedora. Debe ser algo tan poco habitual que hasta necesitamos un día para celebrarlo. Como el día de la mujer trabajadora. Dicen que eso nos empodera. Ojo, que yo por celebrar, lo celebro todo, hasta el día del gazpacho de melón o el día de las sandalias verdes con lacitos rosas.  Pero bueno, al grano. Que emprendiera, decían. Madre mía. Desde luego es una vía de no retorno, como el cuento de la cueva donde solamente iban entrando enanitos. Lo mismo. Pocos emprendedores conozco que después de más de una emprendiendo, quieran tirar la toalla y volver a trabajar para terceros. Y no es que no apetezca cada final de trimestre, pero esto trabajar para uno mismo, de luchar por tus propios sueños (no dormir por el mismo motivo), sentir mariposas en el estómago y disfrutar de cada pequeño pasito de "tu hijo", tiene un nosequé adictivo que te engancha. En fin, que no hay nada mejor que levantarte cada mañana con energías renovadas e ilusión a tope para
Banana Bread

Banana Bread

Me siento un poco contrariada y saturada.  Esto de la maternidad, nadie dijo que fuera fácil pero desde luego tampoco que fuera un sentimiento bipolar y tan tan exigente.  Parece que ahora está en auge (no creo que sea una moda, por suerte), esto de la maternidad consciente, la eduación positiva, la crianza respetuosa y la alimentación super saludable y demás. Está claro que nadie quiere nada malo para sus hijos (a no ser que seas un enfermo) y que nunca harías nada que los perjudicara pero tanto atabalamiento de super madres y padres que todo lo hacen bien y que acompañan a sus hijos en las rabietas, que ven en ellas una oportunidad para conocerlos y acercarse, que nunca le dan azúcar ni procesados, que siempre tienen tiempo para ellos, que no les dejan ver pantallas, que siempre tienen una sonrisa y nunca pierden los nervios, que no los llevan a guarderías porque están mejor con ellos en casa... Pues eso, atabalamiento y más presión todavía para las madres y padres que hacemos lo que podemos. Perdónenme super papás y mamás motivados pero soy una madre imperfecta. Yo pierdo la paciencia con las rabietas sin
Col rellena (y mi experiencia con la segunda lactancia)

Col rellena (y mi experiencia con la segunda lactancia)

Pues no es la col rellena una receta muy típica para estas fechas donde apetecen más los gazpachos que este plato, pero es que el tiempo que está haciendo tampoco es que acompañe demasiado por las fechas en las que estamos, la verdad. Pero vamos al lío, que hoy he venido aquí a hablaros de mi segunda lactancia, porque ha habido gente que me lo ha pedido y porque escribirlo, me sirve de terapia. Y no hay nada mejor que eso, desahogarse y poder mostrar alguna mamá en mi misma situación, que no está sola. Mi primera lactancia fue fantástica, con matices. Iago tuvo hipoglucemias y estuvo ingresado los 3 días que estuvimos en la clínica, así que desde el primer día, al no tener la subia de leche todavía y él tener bajadas de azúcar, le dieron biberones (también un chupete hecho con una tetina. Sí, se lo llevaron a mirar el azúcar y pesa y volvió con un chupete y un biberón dado. Sin preguntar, sin traerlo si lloraba, nada. Un desastre). Durante dos días estuvimos con lactancia mixta y el tercer día, antes de irnos ya hicimos lactancia exclusiva. Como
Caracolas de hojaldre y nata

Caracolas de hojaldre y nata

Y a mi que me encanta la primavera y a inicios de marzo ya estoy esperándola con los brazos abiertos, la muy desagradecida ha llegado en fecha pero no en tiempo... Hay que ver la de día feos que estamos teniendo, pero claro, ya lo dice el refrán: Cuando en marzo mayea en mayo marcea. Y dicho y hecho, porque en el mes de marzo tuvimos unos días de lo más soleados y ahora, pues ale, a tener viento y frío que hace que los abrigos de invierno todavía nos saluden socarrones desde el pechero. Los que me conocéis bien ya sabreis que a mi la primavera me tiene enamorada, es la temporada del renacimiento, de las flores, del olor a mojado y de la reaparición de los colores que durante el invierno parece que se limitan a los marrones, grises, blancos y negros. Y si me conoces bien, bien, sabrás que mi postre preferido siempre incluye hojaldre y nata, como a mi padre. Cuando tenemos una reunión familiar y yo me encargo del postre, siempre hay lo mismo: tortel de nata, caracolas de nata como las que veis o miguelitos. Vamos, que
Espaguetis con tomates cherry y mozzarella

Espaguetis con tomates cherry y mozzarella

La culpa, la maldita culpa. ¿Algún día dejará de dar por saco? Tenía un profesor, hace años que un día nos dijo: "Si todos hiciéramos caso a la conciencia, a todos nos iría mucho mejor".  Cargo de conciencia, culpa o no saber gestionar la cantidad de cosas pendientes que tengo. Llámalo como quieras, pero ahora mismo estoy en esa fosa. Quizá simplemente es cuestión de lo que ahora se llama mindfulness y ser consciente y disfrutar del presente, de lo que en ese momento estás haciendo. Quizá sí, pero te aseguro que con dos bebés que se llevan 14 meses, uno de ellos llegando a los críticos 2 años y la otra con la crisis de los 4 meses y que no quiere biberón, con una empresa que tirar adelante, un blog y talleres de fotografía pendientes, no es que mi mente pueda centrarse demasiado. Como veis dejo de lado la vida familiar, de pareja y con las amigas, porque ahora mismo es totalmente inexistente. Y la culpa viene porque me gustaría llegar a todo, hacerlo todo bien. Poder ir a la peluquería, trabajar sacando los proyectos tranquilamente, poder cocinar y fotografiar decentemente, tener
Tarta de queso La Viña

Tarta de queso La Viña

Si tuviera que definir esta semana con un verbo, sería: Sucumbir. Porque soy una campeona y he sucumbido a unas anginas galopantes que solamente han remitido con mucho antibiótico y más antiinflamatorio, porque he sucumbido a la gastroenteritis que llevaba rondándonos por casa desde hacía semanas y para decir adiós, decidió instalarse en mi cuerpecito serrano, y porque a pesa de todo, he sucumbido a la tarta de queso La Viña. Mira que he hecho tartas de queso en mi vida y he probado recetas, unas adaptadas otras copiadas y otras medio inventadas, pero reconozco que como esta, ninguna. Madre mía qué delicia!  Y es que además, más sencilla, imposible. Mezclar y al horno. Deliciosa. Y sin historias ni pasos raros ni ingredientes imposibles como el diente de león albino de la patagonia. Nada. Queso, huevos, azúcar y listo. Casi imposible. Es para ponerle un monumento al señor que dio con la receta. Olé él.  Así que entre las anginas y la gastroenteritis, me decidí a darme darnos un homenaje y prepararla para volver a sentirme útil en la cocina, porque desde hace meses como que estaba un poco desanimadilla y con poco tiempo.
Esponjoso cake de limón

Esponjoso cake de limón

Hoy os traigo un esponjoso cake de limón, de esos que se deshacen en la boca y nada empalagosos gracias al toque ácido del limón y a la reducción en la cantidad de azúcar de la receta original, aunque claro, algo de azúcar lleva. ¡Hay que alegranos la vida! Delicioso cake para una charla entre amigas, de reflexiones, de cofesiones y alguna que otra confidencia. Y como estamos un poco lejos o como mínimo una pantalla nos separa, vamos a hacer las confesiones de forma virtual. Yo confieso que soy muy feliz. Tengo mucho más de lo que necesito y tengo dos hijos sanos y felices que me llenan el alma.  Pero antes de tener hijos también era muy feliz. ¿Por qué la gente se empeña en que la felicidad va unida a la descendencia?  Hace unos años, yo estaba soltera, viviendo en un pisito la mar de mono, con mi perro Buck y realmente era super feliz. El proyecto profesional iba de maravilla, el personal también, quedaba con mis amigas, con mis amigos, iba a eventos, me quedaba en casa si me apetecía, me iba de viaje sola o acompañada y vivía feliz. Ahora todo
Habas con jamón {cosas de la lactancia}

Habas con jamón {cosas de la lactancia}

Lo sé, estoy en modo maternidad "modo on" pero es que es lo que tiene haber tenido dos embarazos seguidos y dos retoños con 14 meses de diferencia. La maternidad se apodera de ti cuál garrapatilla y que abduce como el Triángulo de las Bermudas.

En mi primer embarazo, en esos tiempos en los que dispones de horas y horas ociosas que ocupar con temas pendientes, me puse a leer y leer libros sobre maternidad, lactancia y crianza. Miré blogs, videotutoriales, libros y todo lo que caía en mis manos (o hacía que cayera). Porque aquí una es muy curiosa y necesitaba saber todo lo posible sobre el proceso que estaba iniciando y tener el máximo de información para poder decidir qué quería hacer y saber qué me esperaba.

Uno de los temas que más curiosidad me suscitaba era el tema de la lactancia.

Siempre había dicho que si algún día tenía hijos, cosa que además dudaba, no les daría el pecho.

Embarazo natural a los 40

Embarazo natural a los 40 (y de paso, galletas tipo granola con chocolate)

La delicia de estas galletas tipo granola es sublime y si además le ponemos chocolate, todavía mejoran más. Si es que todo con chocolate (o vino, es mejor). Tengo que decir que la receta es de Webos Fritos, un referente en los blogs de cocina que siempre nos echa una mano a las almas descarriadas y a las que más introducidas estamos en esto del cocinar. Gracias al equipo Webos! Pero no quiero irme por las ramas, porque aquí he venido a hablar de "mi libro" y es que tengo un par de temas que me rondan desde hace meses y creo que va siento hora de sacarlos.  Aquí va el primero: Embarazo natural a los 40. El otro día me contaban que una conocida quería tener hijos pero que claro, tenía 40 años y ya lo veía complicado. Y tiene razón, a los 40 las probabilidades de quedarte embarazada bajan a un 5% y eso, es una mierda de probabilidad, qué quieres que te diga... Cuando nosotros decidimos formar una familia, yo tenía 40 años justos y empecé a buscar información, a hablar con gente y a hacer
Mi 2018
Es el cuarto año que escribo este post a principios del año, así que con lo poco constante que soy, esto ya es un gran logro. No es una lista de buenos propósitos, porque a los 42 ya he visto que no sirven de mucho más que para ir pasando los mismos de un año a otro, así que me dedico únicamente a hacer una valoración de lo que ha sido el año que acabamos de dejar atrás. El 2018 ha sido el año de trasladarme durante 2 meses a la maravillosa Menorca. Ha sido el año que ha puesto patas arriba mi "ordenada" vida.  Me he ido a la cama durante casi todo el verano a las 21h. He descubierto los libros digitales y contra todo pronóstico me han encantado. He vuelto a pasar un verano sin probar el alcohol. Me he emocionado con cada mini avance del ratoncito. He aprendido a valorar las pequeñas cosas. He vuelto a ver dos rayitas en un palo. He vuelto a montar a caballo.  He pasado todo un año sin comparme modelitos nuevos que no fueran pre-mamá. He tenido el ardor de estómago peor del mundo mundial. He dado a luz por segunda vez y no se ha semejado a nada a la primera. Me
Puding de chía con persimon

Puding de chía con persimon

Lo que más me gusta del mundo mundial son los productos de temporada. Después de algunos fracasos debido a mi (útimamente) situación continua de embarazada, ya he aprendido la lección que creía que sabía de memoria y no hago caso a mis antojos de fresas cuando no tocan por mejor buena pinta que tengan en la frutería.  Porque buena pinta, tienen, pero después llega el sabor y cuando la fastidias. Es lo que tiene. Con antojos o sin ellos. Si no es de temporada, ni una triste miradilla con el rabillo del ojo.  Así que ahora, que en época de kakis, de granadas, de manzanas y los mejores cítricos, vamos a aprovechar la ocasión y vamos a ponerlos las botas, que después todo son quejas. Así que la receta de hoy viene como anillo al dedo: con kaki persimon. Hay que aclarar la diferencia entre kaki-palosanto y kaki persimon, que son la misma fruta pero uno está en su punto álgido de maduración y se toma con cuchara y el otro, se debe tomar cortado (o a mordiscos, vamos) pero su pulpa es dura como si se tratara de una manzana. Cada uno tiene su momento, sus adeptos y ambos
Tartaletas de mascarpone e higos

Tartaletas de mascarpone e higos

Qué difícil es llegar a todo cuando tienes tanto a lo que llegar. De hecho, es imposible, y me ha costado mucho tiempo y disgustos saber que no puedes hacer todo y encima bien. Así que como ni tengo tiempo de hacerlo bien ni de hacerlo dos veces, hay dos medidas que he tomado y que espero que me cambien un poco el ritmo: - Delegar. Lo que solamente puedo hacer yo, va a la lista de pendientes y el resto, delego. - Asumir que no puedo hacerlo todo, así que además de un millón de listas, hago lo que realmente es importante y urgente, así al meno puedo ir tachando cosas, cosa que da muuucha satisfacción y es gratamente reconfortante. Y es que no se puede con todo, asumámoslo. Y mucho menos con un bebé de un añito recién cumplido y una barriga a la que es más fácil saltar que dar la vuelta. Así que simplemente me dedico a organizar el día siguiente con unas horas de antelación, llevo mi agenda a todas partes e intento no estresarme nada de nada. Claro que surgen imprevistos que hacen que vaya corriendo a algún sitio con mis andares de pato,
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