Ayer tuve una reunión con una persona a la que su vida había dado un giro de 180ª en el último año. Me vi reflejada.
Hace un año, ni se me pasaba por la cabeza el cambio que ha dado mi vida. Un cambio drástico.
Creo que lo único que se mantiene sois vosotros y Buck, que sigue pegado a mis faldas si no hay una perrita o cualquier cosa comestible (o no) cerca.
En este pasado año, he cambiado, aunque no de profesión, sí de sistema. Me he liado la manta a la cabeza y como sabéis creé la empresa Bloom Marketing, que por ahora (quitando el palo que nos da cada final de trimestre Hacienda) no para de daros satisfacciones.
Tengo en mente (y espero que en breve vayan cogiendo forma) varios proyectos que me hace sentir hormiguitas en la barriga (las mariposas por ahora están bien dormidas).
Me mudé. Ahora vivo en menos metros cuadrados, pero con todo más a mano. A prácticamente la misma distancia del mar (bueno, unos 50 pasos más) y un parque que quita el sentido con un