Archivo del blog

Brownie con helado de turrón
  Cuando pierdes algo, te entristeces y te entra un no sé qué en la boca del estómago que podríamos definir como "vacío". Cuando pierdes un hijo, entras en pánico. Empieza la locura. Mis padres, cuando era pequeña me perdieron. O me perdí solita, no lo tengo claro. Estaba en el mercado un sábado por la mañana y lo único que recuerdo es ir caminando y que unas chicas de una floristería me preguntaron algo, yo entré y me dieron Sugus. Yo era feliz. Estaba en brazos y comía golosinas. Para qué necesitaba más. Lo que sentían mis padres intuyo que era totalmente diferente. Menudo susto les dí.   Y claro, el destino hay veces que se toma su tiempo, pero se acaba vengando y pegándote una risotada en la cara.  Mi destino se tomó 35 años, pero lo consiguió. El pasado domingo Buck se perdió. Y sí, se perdió él porque yo no me despisté, no iba mirando el móvil ni las musarañas. Cogió un camino, fui detrás y había desaparecido. Ni rastro. Una hora más tarde, medio barrio buscándolo y muchos km recorridos, apareció. Estaba tan feliz en los campos de petanca entre señores y pelotas. Feliz. Seguro que ni se enteró,como
Vieiras con crujiente de coles de bruselas
  No soy de nuevos propósitos a inicios de año, soy más de deseos. Me gusta la palabra "deseo" porque en ella hay algo implícito que elimina el remordimiento cuando no se cumplen (cosa que no ocurre con los propósitos). Con los deseos tú te limitas a escribirlos en un papel, cerrar los ojos y dejar que ocurran. Es MAGIA. Aunque si puedes influir un poquito en ellos es más fácil que se hagan realidad. (Esto quiere decir: dar pasitos para conseguirlos y no esperar espanzurrado en el sofá...). El año pasado pedía estos deseos  y tengo que decir que la mayoría se han cumplido. Así que estoy más feliz que una perdiz.   Y como es mejor dejarlos plasmados, ahí van:  - No volver a coger la gripe ni ningún constipado. Hace un par de meses cogí una gripe y ahora mismo paso por un constipado que me ha dejado más tirada que una alfombra. Por este año ya he tenido suficiente. Prometo mandarinas en vena y recordar no exfoliarme la nariz si estoy moqueando... - Que no vuelvan a salir disparados los cojines de la terraza. Ya no me olvido de poner pinzas en la ropa, pero todavía me coge por sorpresa los vendavales-roba-cojines
Nueva web, nuevo proyecto y ¡SORTEO!
  Hoy estoy de estreno. Pero estreno del bueno. Siento mariposas revoloteando desde la cabeza al dedo gordo del pie, mis nervios están de fiesta y tengo la sonrisa de Jocker instalada (pero con mejor cara, o eso quiero creer...). He pasado unas Navidades como hacía años que no pasaba: desconectada del mundo mundial, disfrutando de cada pequeño momento, descansando, creando y FELIZ. Por fin hoy es el estreno, la inauguración y la puesta de largo de mi nuevo proyecto: una web dedicada a la fotografía gastronómica y las recetas. (Ahora mismo podéis imaginarme tirando confeti, con un gorrito del cotillón del pasado 31 y dando saltitos de alegría). En la nueva web mantengo el blog Recetas de Mon que tantas alegrías me ha dado y se amplia con varias secciones como Servicios o Portfolio y un apartado muy especial: TALLERES. Por fin me lanzo a la piscina y hago caso de vuestro consejo. Ofreceré talleres para bloggers que buscan mejorar sus fotografías (al igual que yo hice y lo sigo haciendo). Son talleres presenciales, sencillos y dinámicos donde aprenderemos las técnicas básicas del tema en cuestión. Nota: En un principio son en Barcelona, pero poneros en contacto a
Recetas de Mon Magazine, nº 11. Invierno 2014
Siempre digo que vivo las estaciones dos veces de forma muy intensa: una cuando tengo que preparar el siguiente número del Magazine y otra, cuando realmente la vivimos en primera persona. Gracias al tiempo que hemos tenido durante el 2014 he estado preparando  helados con 8º y horneando Roscones de Reyes a 18º... Es lo que tiene. Eso sí, aunque a mi dieta no le sentara demasiado bien, a mi (en ese momento tengo desdoblamiento de la personalidad) me han sentado de maravilla. Pues ya está aquí el nuevo número, el número que de invierno que se convierte en número de Navidad por arte de magia. En él encontraréis, como siempre, platos fáciles, rápidos y deliciosos para poder tomar estas fiestas o fuera de ellas. También un mini especial "Regalos hechos con amor" para poder pasar de flores y cava y llevar a casa de nuestros anfitriones detalles hechos por nosotros mismos. Podéis descargarla aquí. Espero que os guste, que la disfrutéis y que paséis unas fiestas fantásticas. Nos vemos en unas semanas con muchas novedades. ¡Os
Bocadillo de bacon, rovellons y crema de queso
Hace dos días estábamos chapoteando en la playa y de repente ya es Navidad... Nuestras pantallas han cambiado de golpe de emitir playas exóticas donde quieres pasar el resto de tu vida a vivir historias de amor y decadencia endulzada a partes iguales, entre copos de nieve y Santas con el colesterol por la nubes. Cada año digo lo mismo y éste no iba a ser menos y lo vuelvo a repetir. Me encanta la Navidad como concepto, pero no la Navidad real. El concepto es una Navidad con blanca nieve en toda la ciudad, abrigados hasta las orejas (nunca he utilizado orejeras y me encantaría hacerlo) y jugando a tirar bolas de nieve a la menor oportunidad. Cenas familiares donde aunque hayan pequeñas indirectas siempre se dicen desde el cariño, familiares encantadores, regalos fabulosos, comidas deliciosas (y siempre en su punto) y una pareja que te profesa amor incondicional y nunca se corta las uñas de los pies.
La realidad, es que nunca nieve y por dos copos que caen se forma un caos que para qué y además la nieve no es blanca si no
Codornices al Moscatel con bacon y bruselas



Si habéis visto por las noticias a una catalana amarrada a una farola para no caer de morros, esa, era yo. El viento me ayudó a caminar sin pisar el suelo unos 300m y cuando me veía en el suelo, encontré la farola y me cogí a ella. Salvada.

Porque quiero deciros algo: Cuando el viento te "transporta" (por no decir, te empuja a traición), no lo hace como si fueras Mary Poppins, no. No te levanta para arriba con estilo y glamour como si fueras un angel de Victoria's Secret. Pues no. Simplemente te pega un sopapo por donde pilla cayéndote al suelo de culo, de lado o de morros, con muy poco glamour y mucha vergüenza. Eso es lo que hace el viento, que no os engañen.

Ayer con la ventolera que hizo fue como estar discutiendo todo el día y eso, ahora que me siento en paz con el mundo mundial, me dejó ko.
¿Sabéis esa sensación de caos? Pues fue así todo el día. Hasta la tarde, que volviendo a casa el cielo se
Brownie Cookies {Sin Gluten}


La educación es un must pero el hambre y la agonía puede con todo.

Mi perro huele un trozo de pan a 500 y sale disparado hacia él, comiéndoselo como si no lo hubiera hecho en los seis años que tiene, pero las personas, es ver una bandeja de cocktail con bocaditos y nos abalanzamos encima de ella. Sin compasión.



El otro día acudí a un cocktail donde había tal cantidad de gente que los camareros fueron superados por la convocatoria. Los pobres salían con las bandejas y directamente era arrollados como si Justin Bieber se pusiera en la puerta de un colegio. 
Dicen del poder del dinero.. ja! Un montadito en una fiesta abarrotada sí que tiene poder, más que dos tetas, te lo digo yo.
Codazos, espachurramientos y alargamientos de brazos para coger el bien preciado. Nos convertimos en super-héroes para comer un pincho de tortilla.

Pero no hace falta ir se a un evento, ... No me digáis que nunca habéis oído decir en el aperitivo de alguna
Tartaletas de brandada de bacalao
Tener un perro en días de lluvia es toda una muestra de amor.
Ya podía ser Buck un perro de los que no les gusta la lluvia o el agua más que para beber.
Pues no. Mi perro es todo lo contrario. No lo verás nunca encantado cuando lo bañas, ni mojando las patas en el mar (más bien lo verás a 5 metros de la orilla). Tampoco lo verás tirándose a la piscina si no es por puro error, como pasarse de frenada.
Lo que sí le verás hacer es chapotear en charcos y charquitos, hacer la croqueta en la hierba mojada y disfrutar como un enano con la lluvia. (Podéis ver el resultado aquí y aquí)

Ya os lo he explicado varias veces, pero es que este fin de semana se lleva la palma. Desde el viernes no ha parado de llover, lo que significa que en los dos paseos que damos a diario vuelve empapado y por consiguiente, tengo el piso que parece una leonera. Literal.

Pequeños grandes fotógrafos {Jackie Rueda}
Me he enamorado de esta imagen con las pompas de jabón. Literal. {Fotografía: Jackie Rueda}

Cuando era pequeña, mi "colección" de cámaras consistía en dos:

1. Una de color verde chillón que cuando apretabas el disparador salía una especie de gusano/payaso con un ruidito que los fabricantes consideraron divertido (sólo ellos, los padres y los niños lo odiábamos).
2. Una diminuta que cuando mirabas por el visor y disparabas aparecía una diapositiva y así. Tenía 5 diapositivas y basta.

Muy entretenidas ambas, ¿a que sí? Especialmente la del gusano chillón que además para volver a utilizarlo, tenias que meterlo dentro de nuevo apretujándolo para que volviera a su "agujero" y así, poder volver a asustar a alguien. Ese era el objetivo, obvio.

{Fotografía: Jackie Rueda}


Estoy segura que si mis padres hubieran visto en Imaginarium (para eso, Imaginarium debería haber existido por entonces) el libro de Jackie Rueda "Pequeños grandes fotógrafos"
Pizza casera de jamón, queso azul, manzana y rúcula



Yo quiero volver a ser adolescente.
Seguro si mi madre lee esto, me tira la zapatilla voladora desde su casa para ver si vuelvo a la normalidad. Pporque entre nosotros, mi adolescencia no iba conmigo. Era como si me hubiera poseído una mezcla de Miley Cyrus y un ser troglodita. Bueno, Miley Cyrus, sin más. No necesita troglodita...



Pero el otro día, de paseo perruno por el parque, no vi más que adolescentes pasándoselo en grande. Había algunas parejillas que se comían a besos como si no fueran a verse al día siguiente y sin ser conscientes que en verano, otro nuevo amor tocará a sus puertas, grupos de chicos y chicas arreglando su mundo de exámenes y amistades complicadas entre pipas y coca-cola y un grupo de chicas que encima de una reja en el suelo que soltaba aire para arriba se imaginaban que estaban en una sesión de fotos siendo Cara Delevingne. 
(Yo, con mi edad, hubiera dicho: "imitando a Marilyn o a Cindy Crawford", pero claro, es posible
Tarta de chocolate, berenjena y café


La semana de Galicia en El Corte Inglés, se está celebrando en casa de mis padres y por consiguiente, en la mía.

El otro día llegaron de su "retiro" gallego. Lo pongo entre comillas porque no tengo del todo claro si el retiro lo hacen allí donde no paran entre huertos, vendimias y eventos sociales o aquí, donde parece que la vida es más apretujada pero también más tranquila.

Ayer fui a verles y darles un achuchón y, ¿reconocéis el olor a la casa materna? Es característico, verdad? Huele, a hogar. Sin más.
Pues además de ese olor a hogar, olía a chorizos, rixós, androlla, chuletones, huevos, patatas del huerto, castañas, manzanas, calabazas, pimientos,  vino casero, licor café de mis tíos, miel de mis primos, ... Como un supermercado, pero en casa.



Ya me había dicho mi hermana que era mejor que fuera con el coche a verles, y yo que soy muy obediente, allí me fui al salir de una reunión. Pues oye, que
Masa brisa de chocolate casera y fácil



¿Os habéis encontrado alguna vez con alguna receta que para vosotros no tiene atractivo pero que siempre os preguntan por ella?

Esto es lo que me ha pasado con esta masa brisa de chocolate. ¿Secreto? Ninguno. ¿Atractivo? Poco, la verdad. Pero aprovechando que hace un tiempo hice algunas fotos  y que hay mucha gente que me pregunta por cómo hacerla, aquí va el post.



Es una masa brisa, normalita. De las de hacer el sábado por la mañana entre poner lavadoras y decirle a los niños que se pongan de una vez a hacer deberes. Rapidita, fácil y la mar de agradecida. 

Con esta masa podéis hacer postres tan ricos como esta tarta de chocolate y frutos rojos.... (Qué rica estaba!)




Por hoy es todo. Ya veis, simplicidad al máximo (hoy no os suelto mucha chapa...).

¡Disfrutad de la semana!



Ingredientes (para un molde de 20cm o dos moldes de tartaletas individuales).
- 250
Sopa de calabaza y boniatos


Soy más de calor que los camellos, pero me gusta que esta semana por fin hayan bajado las temperaturas y por fin de sienta el fresquito.

Lo que no me gusta tanto es cuando coges la moto y cae el diluvio universal. Eso, ya no tanto.
Pero quedémonos con lo positivo.
Me encanta el fresquito, las bufanda y el ir acolchada como preparada para un ataque de amapuches. Mullidita toda yo.

Doy gracias a las ropas de invierno que no dejan ver las mollas y las disimulan a las mil maravillas. Si entras en los pantalones, las alarmas no se disparan hasta dentro de unos meses, en concreto hasta dentro de 5 meses que empieza la operación bikini. Pero ahora toca, ser feliz.
Es igual una galleta (o diez de más) y es época de churros con chocolate, turrones, panettones, ... ains los dulces navideños. Qué ricura.



Pero bueno, dejemos los dulces para otro día que en las últimas semanas ya hemos tenido suficientes con las caracolas de trufa y la
Tarta de ruibarbo con relleno de queso super fácil


Si eres amiga mía y me has invitado a tu casa a almorzar o cenar alguna vez, tienes dos opciones:
1. Cerrar esta página.
2. Leer la entrada y tomarla con humor. (Y tomar nota. De buen rollo, pero toma nota).

Aún a riesgo de parecer señorona, borde y un poquito gilipollas (con perdón), os voy a contar un secretillo:
Si me invitan a comer/cenar/merendar a casa de alguien no quiero cocinar. No quiero ayudar. Mi participación voluntaria no va allá que transportar bandejas/boles/ensaladeras/loquesea  a la mesa y en sentido contrario cuando están vacías.




(Entendamos todo esto en encuentros formales y planificados, no en los encuentros informales que salen tomando un vino y de repente invades la casa de alguien).

En esos encuentros marcados en la agenda hace tiempo, no quiero tener que poner la mesa, picar cebolla, aliñar la ensalada o pelar las patatas que servirán de guarnición. No quiero. Me declaro en huelga. Me cruzo de brazos y echo morritos.

Hace semanas que sabes que quedamos,
Rolls de chorizo y queso



Seguro que a muchos os ha pasado lo mismo: 
Durante años he estado haciendo viajes, pasando fines de semana, etc. y todo, toditos con sus correspondientes fotografías
Al llegar a casa, intento poner orden, editar y en algunos casos hacer un álbum bonitísimo para tener un buen recuerdo y ahí está: hay piedras, hay flores, hay cielos y están los integrantes de la familia, pero YO, no existo. No salgo. Es como si no hubiera ido y me hubiera transformado en un fantasma que solamente parpadea para congelar momentos. 

Soy bastante tímida y me cuesta ponerme delante de la cámara. De pequeña mis padres se las veían y deseaban para que "posara" en algunas fotos, pero después, con el desparpajo adolescente, di un giro de 180º y me puse delante del objetivo siempre que pude. 
Ahora, con algo más de cabeza (gracias, gracias, gracias) estoy en un punto medio. No me siento del todo cómoda cuando me hacen fotos porque no sé cómo poner los brazos, hacia dónde mirar, etc... Pero me encanta hacerme autorretratos



El primero fue en el
Caracolas de hojaldre rellenas de trufa



Como muchos sabéis, empecé el blog gritando alto y fuerte que no me gustaban los postres. 
De hecho, que solamente me gustaba el hojaldre, la nata y el chocolate. El resto, nada. 

Poco a poco este grito se ha ido apagando hasta convertirse en un susurro en el que comunico, con la boca bien pequeña por aquello de tener que rectificar, que no me gustan los bizcochos. A ver cuanto tiempo tardo en cambiar de opinión. 
Y es que la ignorancia hace mucho daño... Ahora conozco las tartas y las tartaletas, los helados caseros, el parfait, el baklava, el strudel, el semifredo, las trufas, ... ains... Si es que acabo ante diciendo lo que no me gusta, que básicamente son eso, los bizcochos. Pero, todo se andará. 

Cuando era pequeña, en el barrio de mis padres había dos pastelerías, una de referencia y donde comprábamos todos los postres de "celebración" y los bombones para regalar que era La Pastelería Balcells , donde el trato era exquisito y los productos de primera y
Boeuf Bourguignon




El otro día hice un locura. A lo loco.
Salí de casa sin móvil. Y no sin el personal, no... Sin el personal y sin el de trabajo.

Y sobreviví. 


Allí me fui yo tan contenta a mis reuniones más feliz que una perdiz.
Fue al llegar al despacho cuando, al no tener wifi, decidí conectarme a través del móvil y allí, en el bolso, había de todo menos los teléfonos (y cuando digo de todo, creedme. Hasta llevaba parte del brownie que hice el fin de semana...).
Así, que me encontraba a 70km de mi casa, sin conexión virtual con el mundo. "Sólo" tenía conexión presencial con las personas con las que tenía reunión.
Y a los dos minutos me acostumbré, me relajé y me dejé llevar. Solamente pedí al destino no quedarme tirada con el coche en medio de la autopista ese día. Cualquier otro día, vale (con teléfono), ese día, por favor, por favorcito, que no pase nada...
Y no pasó.

Y nadie me echó de menos. Y no se acabó el mundo. 


GastroMad 14 {Un fin de semana lleno de emociones}
Imagen cedida por Cósima

Hace justo una semana volvíamos los cuatro catalanes de vuelta a Barcelona con las caras tristes, el estómago lleno y cargados de sueño, además de maletas y bolsas a rebosar. 

Desde hacía meses teníamos ya todo planeado para asistir al encuentro GastroMad14 que como su nombre indica, se celebraba en Madrid, después de dos ediciones anteriores en Zaragoza (yo no asistir pero podéis ver la crónica de Paula aquí) y Barcelona



El listón estaba bien alto, pero las organizadoras Carmen (Tía Alia) y Yolanda (Cocido de sopa) superaron las expectativas y nos dejaron a todos con la boca abierta. 

El periplo empezó, después de muchas conversaciones vía what's app, el viernes al mediodía camino a Madrid en AVE. Ya os podéis imaginar que se nos pasó muy rápidos con tres cotorras (Neus, Ana y yo) y un "cotorro" (
Carrilleras con habas



El fin de semana pasado fue tan intenso que esta semana prácticamente la he pasado teletransportándome de la cama al sofá pasando por el baño y haciendo pequeñas salidas a la calle para que Buck se desfogara (y evacuara).

¡Qué malita estoy y qué poco me quejo!

Soy bastante mala enferma, soy una maridramas y me voy quejando, alma en pena por casa, pero como el único que me escucha es Buck pues nada, que ni pena ni na'...



La semana que viene ya os contaré cómo lo pasamos el fin de semana, aunque los que me seguís en Twitter e Instagram ya habéis visto bastante.
Pero por ahora, os dejo con estas carrilleras con habas, porque aunque en estos momentos solo me apetece esto, es mejor comer algún plato contundente que haga que las defensas cojan fuerzas para luchar contra los virus malignos.

La receta es muy simple y solamente necesitáis paciencia y tiempo. Podéis verla en el Magazine de Otoño en la página 31. 

Bocados de chocolate y cacahuete



Soy egoísta. Por naturaleza o de nacimiento, como prefiráis.
No si uno nace o se hace egoísta. Lo desconozco del mismo modo que no sé si se nace con estilo o se hace o si las supermodelos nacen o se hacen...
Lo que sé es que de estilo, tengo más bien poca idea, y de supermodelo tengo lo mismo que de monje budista, lo que viene siendo predisposición que no llega a nada más concreto.

Pero volviendo a lo de egoísta...
Nunca entendí porqué la vajilla buena se tenía que guardar para las visitas. Nunca entendí porque las toallas bonitas, que olían flores como en los anuncios, se guardaban en el armario hasta que venía la familia y no entendía y esto sí que me fastidiaba, porqué el Surtido Cuétara solamente se compraba "por si venía alguien". 
¿Por qué me tenía que quedar yo sin mis galletas preferidas (las de chocolate) si no venía nadie?
Así que  yo deseaba que viniera quien fuera para poder comerlas o bien, acompañaba a mis padres a visitar al menganito de turno para que fueran ellos quienes sacaran el
Boquerones aliñados


Aprovechamos estos días que nos ha regalado el otoño de buen tiempo con temperaturas más que agradables al mediodía para poder preparar un plato que aunque se puede tomar durante todo el año, es ideal para cuando el calorcito nos acompaña. 

Estos boquerones aliñados son refrescantes, suaves y deliciosos si los acompañamos de un buen vino blanco fresquito, como el caso de Blanc de Blancs de Maset del Lleó. 
Es de los típicos platos que tomas en la terraza con una buena conversación en una compañía agradable.

El aliño de los boquerones es básicamente de cítricos, de forma que el frescor que le aporta es sensacional, haciendo que cada bocado llene tu boca de matices. Deliciosos, ya os digo.



A los que nos gusta el calor y las buenas temperaturas tenemos que aprovechar estos días que nos están regalando para disfrutar de las lecturas al aire libre (aprovechando además que el momento mosquitos ha disminuido) y de paseos por la playa. Realmente estas temperaturas son ideales, porque aunque son elevadas especialmente
Bollos rellenos de queso


Hoy es es cumpleaños de Buck. 
Precisamente hoy salía un peludín cachorro de la tripa de su madre junto con sus hermanitos.

Ese peludín con aires patosos y cuerpo de borrego, era el más regordete y grandullón del grupo. También el más simpático y comilón. Se vino con nosotros a casa ese mismo día con mi sonrisa bobalicona que duró durante días.



Al principio pensábamos que era mudo porque nunca lloraba ni gemía ni nada. Ni la primera noche, ni cuando por descuido se le pisó la cola, ni cuando se cayó por el susto del sofá y se dio contra la mesa. Nada, ni un ruidito. Ni siquiera roncaba.
Estuvo así durante un par de meses hasta que de repente un día se vio reflejado en el cristal de la terraza. Y ladró. Y no ha parado desde entonces para mi desesperación y la de mis vecinos. 

Pero es un amor. Muchos sabéis que estos dos últimos años han sido un poco raros a nivel emocional y tengo que agradecer a Buck que esté
Palitos de hojaldre con olivas, romero y parmesano {Y Mercat de Mercats}


Durante años estuve tomando como desayuno los famosos grisines.
Era una forma rápida, cómoda y limpia de tomar un tentempié a media mañana mientras trabajaba. Nada que ver con el bocadillo que deja migas, te llevas media locha de jamón sin querer y quedas con las manos manchadas.
Mucho más fino y elegante, dónde va a parar (y más soso, también).

Pero después de los típicos palitos con aceite de oliva, llegaron los que llevaban sésamo y después toda la variedad que encontramos en estos momentos en el mercado: de queso, pipas, cereales, olivas, ...

Tengo que reconocer que me gustan todos. Toditos. Y que siguen siendo un socorrido desayuno o merienda si el tiempo apremia.



Lo bueno es que ahora además podemos hacerlos en casa de una forma sencilla y encima, podemos tunearlos a nuestro gusto.
Yo soy fan de hacerlos especialmente con la masa sobrante de hacer empanada o tartas. Antes hacía muñecos, como hacía mi madre y ahora hago palitos
Crema de guisantes y menta



Hay que ver la de cosas que aprendo cada día...

Cuando empecé con el Magazine, fui totalmente inconsciente o soñadora (o ambas cosas posiblemente) y sin tener nociones de maquetación ni de edición fotográfica, me tiré a la piscina.
En la piscina, resultó haber un pelín de agua, lo suficiente para chapotear y seguir adelante.



Ahora, acabado de lanzar el número 10, puedo decir que me siento muy orgullosa.
He aprendido a maquetar, a realizar mejores fotografías y a editarlas de forma que mejoren. Me queda mucho por aprender y me entusiasma la idea.
Cuando pienso lo que hice y cómo lo hice, me entra la risa.
En el primer número, con las imágenes SOOC (tal cual salieron de la cámara) y con una maquetación más que mejorable, se puso en contacto conmigo una diseñadora gráfica para ayudarme con este tema. Estuve tentada y tuve su e-mail durante semanas en la bandeja de entrada marcado "sin leer", porque no lo tenía claro... Al final decidí que era mi proyecto
Top