Archivo del blog

Hamburguesa de pinchitos morunos


Pues vaya día chungo que ha quedado hoy en Barcelona.

Cuando esta mañana me he despertado no sabía bien, bien qué hora es. El despertador mostraba una hora y el móvil otra. Me encanta que los enanitos de apple trabajen de noche para poner de forma mágica la nueva hora sin tener que preocuparte tú.
Después del primer susto al ver la hora que era, ha venido el segundo: Se está acabando el mundo? 
Todavía en la cama y ya sobresaltada por dos motivos... Así no hay forma de disfrutar del fin de semana.

Y es que normalmente cuando me despierto veo el cielo con tonos amarillos/rosados/azules que te dan una alegría infinita y hace que empieces el día con energía.
Hoy, en cambio el cielo amarillo/gris/caca como si de un momento a otro fuera a caer encima de nuestras cabezas.
De hecho, lo que caía era una lluvia que no ha impedido tener que enfundarme en el uniforme perruno con gorra incluida y sacar al pichurro a que hiciera sus
Tartaletas rápidas de verduras de invierno


Yo debo vivir en otro mundo...
Todo el invierno deseando que llegue la primavera y hoy me he dado cuenta que en un par de semana ya está aquí!!

De golpe me he estresado: 
1. El Magazine de primavera (que ya está fotografíado pero hay que maquetarlo).
2. Operación bikini.

Yo pensaba, no sé por qué, que faltaba todavía un mes para que la sangre se me alterara. Y no, que está a la vuelta de la esquina. Y eso que cada vez que salgo a la calle veo los árboles floridos, la gente estornudando y me doy cuenta que los días son más largos, pero nada. Que no leí las señales de la naturaleza y pensaba que todavía faltaba un montón para mi época del año preferida. 



Ya estoy viendo que la operación bikini se convertirá en operación neopreno o en operación gafas bien oscuras para no verme en el espejo. Y oye, que ojos que no ven... bocata calamares que te metes sin remordimiento. 

En fin. Durante unos días vamos a portarnos
Bocadillo de pollo césar (o caesar)


Hace años ser cocinero era estar a la misma altura de un limpiador o barrendero. Sin desmerecer a estas profesiones, que buena falta nos hacen y hacen un trabajo espectacular (los madrileños estos días lo han podido comprobar), pero no era la profesión más glamurosa del mundo.

Ser cocinero, se asociaba a aceites, cocinas humeantes, calor y olores a coliflor durante todo el día. Una profesión esclava, que además de trabajar cuando todos disfrutamos de nuestro tiempo de ocio, encima no lo hacían de cara al cliente y pasándolo más o menos bien como los camareros. Lo hacían cerrados entre cuatro paredes con unos cuantos fogones, muchas cacerolas y un horno.



Después de muchos años (y esfuerzo), la profesión de cocinero (ahora chef) ha cambiado drásticamente y ha dado un giro de 180º. Lo cocineros ya no se avergüenzan de decir públicamente que son cocineros. Ahora, cuando lo dicen, la gente les mira con admiración.

Las cocinas ya no las imaginamos lúgubres, aunque como Chicote, en su pesadilla nos enseñe auténticos tugurios, la imagen que
Krantz Cake con nueces




Nunca estás preparada para que te llamen de USTED.
Así te suena, con mayúsculas, negrita y subrayado. Y además con tamaño XXL. Como una bofetada te deja ahí, paralizada en el mismo sitio, pero con lo ojos como platos y mirando hacia los lados por si no se referían a ti.

El primer síntoma es cuando un mocosete, rondando la edad del pollo (antesala de la edad del pavo pero mucho más controlable), te pregunta la hora al ritmo de:
- Señora, tiene hora? 
Dan ganas de decirle que sí, e irte con cierto desparpajo, pero entiendes que el pobre muchacho hace caso de su santa madre que le ha dicho que a los mayores hay que tratarlos de Usted. Y como una, le saca al chaval más años de los que quisiera, pues lo acepta (y le dice la hora) no sin antes anotar mentalmente, que si en un futuro (lejano, porque el arroz está todavía bien durito) tiene hijos, dejarle bien claro, que a los señores mayores se les llama de Ud. pero no a las señoras a no ser que vistan de negro
Endivias con frutas y aliño de queso azul



Me doy cuenta que muchos de mis platos llevan queso.
Ya sea de cabra, fresco, ricotta, cheddar o como en este caso (y muchos otros), azul.

Hay que ver lo que me gusta un trozo de queso y lo que en ocasiones, mejora un plato o lo destroza en otras muchas también, claro.

No he visto nunca ningún plato de pescado con queso. ¿Existen? ¿Conocéis alguno? Decidme, anda.

Al igual que tampoco conozco ningún alimento azul... Es que no hay? Todos los pigmentos se los quedó el Blue Tropic? Las patatas violetas, no valen pillines, que ya os estoy viendo.
Igual sólo existen en el mundo pitufilandia y en el real, el de Gárgamel, que al fin y al cabo es el que todos conocemos, no existen... 
Igual hay determinados pantones que están prohibidos en el mundo alimentario. No sé...



En fin, que estas endivias con frutas y aliño de queso azul (mira azul! pero no vale), están de puro vicio.
Mira que las endivias son un pelín agrias, aunque como sabéis,
Involtini de higos con queso azul y jamón




Ya os he dicho alguna vez que el olor de las higueras desde que empiezan los higos a formarse, en pleno verano hasta que ya estén plena maduración, a eso de finales de verano, me fascina.

Si me hiciera una entrevista de esas en las que la actriz/modelo/cantante de moda, tiene que contestar brevemente a algunas preguntas, yo, a mi olor preferido, contestaría: El de la higuera.
Y al del árbol preferido: Una higuera (la verdad es que añadiría justo después, que cualquier árbol frutal....).
Pero es que el olor de la higuera y el de los higos, me llevan a cuando era niña e intentaba zarandearme en el columpio bricomanía que mi tío y mi padre hacían cada año de la rama de la higuera.



Hay gente que puede ponerse mil pinzas en la cara, otros que clavan clavos como Pablito, pero con la mano y otros son capaces hacer cálculos matemáticos más rápidos que una calculadora.
Pues yo, que las mates nunca fueron mi fuerte, mi don es,
Palmeritas de chocolate


Este fin de semana ha sido de esos en los que no paras de hacer cosas pero estás encantada de hacerlas y vas a dormir, destrozada y con una sonrisa en la boca.

El sábado por la mañana vinieron unos amigos a casa y pensaba ofrecerles un café y estas pameritas que estaban horneándose a eso de las 8am.
Pues nada, ni café, ni palmeritas ni nada de nada. Tal y como salieron del horno, se fueron de nuevo a él porque como necesitábamos la encimera de la cocina, las volví a meter (el horno ya estaba frío) y allí se quedaron.

Ellos se quedaron sin probarla, pero yo no, que me zampé unas cuantas por la tarde, mientras descansaba 2 minutos.



Son super fáciles de hacer y está deliciosas. Tan sólo necesitas una lámina de hojaldre, un poco de chocolate y azúcar y un horno que funcione.
Con esto ya tenéis el desayuno o la merienda arreglada y les gustará tanto a los niños como a los adultos zampones como
Crema de moras
Cuando era pequeña me encantaba coger moras. Recuerdo que con mi hermana y mi primo, vaso de plástico en mano, nos dirigíamos a los zarzales cercanos. Nosotros los llamábamos, las silvas, en gallego, y yo me enteré bien entrados los 13 años que no se llamaban así en castellano... Después con los vasitos llenos, los dejábamos en la nevara durante algunas horas para que bajaran la temperatura y nos las comíamos bien fresquitas. Cada año lo hacíamos y nos poníamos las botas, a mi me encantaba ir, hasta que un día encontré una araña en medio del zarzal con el tamaño de un puño. Bueno, era algo más pequeña, lo reconozco, pero la impresión al ver esa araña negra y amarilla fue como la de ver un oso. Y con eso no exagero.
Se acabaron las salidas a recoger moras para mi. Puedo con muchas cosas, pero con las arañas no. Hace ya algunos años que se me pasó el susto, pocos, no creáis, y aunque cuando veo moras me tiro directa a cogerlas, voy con bastante cuidado por si hay algún invitado poco deseado
Hamburguesa con dátiles y miel {Y Top Chef}


Ayer empezó la versión española de Top Chef.
Por mucha versión española, agradezco que poco tenga que ver con Pajares y Esteso. Es un avance, aunque uno de los concursantes (exconcursante), Eduardo Sánchez, tenía más de Esteso que el propio actor.

Mi opinión personal y general sobre el programa ya la di en streaming a través de twitter, pero bueno, hagamos un pequeño resumen. Y quiero dejar claro que es MI opinión, desde la ignorancia y sin ánimo de sentar cátedra, porque ni soy chef, ni me dedico a la tele. Ni lo pretendo.

El jurado, creo que fue acertado, aunque hubiera elegido a otro portavoz, ya que Chicote, aunque muy mediático, lo hubiera dejado en su papel de pesadillero y hubiera aprovechado la ocasión para lanzar a otro chef. Aunque reconozco que lo hace genial y que asegura cierta audiencia.
El trío del jurado lo encuentro equilibrado, entre la dureza cercana de Chicote, el buen rollo y la gracia de Ángel León y la disciplina valenciana de Susi Díaz.
También creo que aunque equilibrado, deberían dar mucho
Tostada de mozzarella, setas y espárragos


Hace unas semanas os contaba cómo Morfeo me había abandonado y no aparecía por más que lo invocara (aquí).
Como muchos de vosotros me avisasteis, Morfeo aparecería y así ha sido. Y no precisamente para hacer una visita de médico, no. Ha venido para quedarse. Vamos que le he debido de gustar, y aquí bien a gustito que está y ahora no hay forma de echarle... ni con agua caliente, oye. 




Y así voy, arrastrando los pies cuando suena el despertador. Menos mal que después la actividad diaria  hace que me espabile de golpe. Eso, y un tazón de café y una ducha más bien fresquita. 

Quiero agradecer a todos y cada uno los comentarios que me dejasteis en la pasada entrada, donde lanzaba el nuevo número del Magazine, los comentarios y RT de Twitter, los Me gusta de Instagram y de Facebook, las veces que lo habéis compartido y los nuevos seguidores.

Dip de chorizo y queso (y más dips)


Este verano, que ya está a punto de finalizar, ha sido el verano de los dips. Siempre que venía alguien a cenar a casa, había dips entre otras cosas. 
Creo que es una solución rápida y fácil de ofrecer una cena informal entre amigos y además te da innumerables posibilidades. 
Los puedes preparar con antelación y guardarlos en la nevera hasta la hora de servir, se pueden tomar con pan, tostadas, palitos, galletas saladas, nachos, ... Cada uno con lo que más le guste. Y además, si sobra, aguantan bien unos días en la nevera. 
También hay algunos que los puedes utilizar no solamente como dip si no también como aliño de ensalada, como el de feta o el tapenade. 



Total, que me he enamorado de los dips y me han solucionado muchas cenas este verano. 

Un postre fácil y rico: Melocotones con crema de queso


Mi amiga M. acaba de tener un niño precioso. 
Nada de un niño a lo Benjamin Button o una mezcla de alien cabezón con cuerpo de ratilla.
No, no. Es un niño bien guapo, proporcionadito, suave, bueno y guapo como él solo. 

M. me decía que debía tener todavía el horario cambiado porque de día no para de dormir, con su demanda de comida cada tres horas, pero por la noche, empieza su actividad. Nada de llorar como un descosido ni como no hubiera mañana. Él empieza a mirar las cosas, a interesarse por los deditos de sus manos, los de sus pies y por cualquier cosa que esté a su alcance (que ahora mismo no es mucho, la verdad). Y acompaña a esa expedición táctil unos gorgoritos que además de hacer la delicia de los papis, hace que no peguen ojo. 




Y así he estado yo durante estos días. Un sueño terrible a las 7 cuando suena el despertador, una modorra durante todo el día que no la quita ni un tanque
Dip de queso feta


Este dip se ha posicionado en pole position de los dips.
Si os gusta el queso, no hay dip más rico. Os lo prometo.

Hace un par de meses vinieron a cenar unas amigas a casa y entre otros, preparé este dip. Fue el más deseado, como Justin Bieber en la puerta de un cole. Menudo éxito!
Tanto, que en la siguiente cena que hacíamos de "yo pongo" (cada una lleva un plato) me pidieron que preparar este dip. Y volvió a ser la bomba.

La verdad es que es super fácil de preparar. Además lo puedes dejar hecho, en la nevera y sacarlo en el momento que lleguen los invitados. Lo puedes acompañar con galletitas saladas, nachos, tostaditas, palitos, ... con lo que quieras. Si lo quieres poner como base para bocadillo, perfecto y si lo quieres utilizar como aliño en una ensalada, también.
No me digáis que no es una receta milagro...



Para esas cenas al aire libre que hacemos en estas fechas, rodeados de amigos y donde lo que apetece
Mermelada de alcachofa
No soy la primera en decir que este blog crece día a día gracias a vosotros, a todos vosotros. Unos os dejáis ver, comentáis y mantenemos una relación virtual, otros sois como pequeñas hadas que no se muestran pero que dejan su magia en cada entrada y otros me envían emails para comentarme algún tema con referencia a alguna receta, al blog o simplemente para saludar. Sin vosotros, este blog no sería lo que es. Hace un tiempo recibí un email de esos que te dejan con la boca abierta y hace que estés durante todo el día con una sonrisa de tonta en la cara. Era de Julio, un "premianenc" que ahora vive en Sevilla y que se ponía en contacto conmigo para felicitarme por el blog, aunque como dice él: "no todo va a ser bueno, hay alguna receta que no me gusta, pero otras, están muy bien". Peloteo el justo, así me gusta!!
Bien, pues después de cruzarnos algunos mails, me preguntó si tenía la receta de la mermelada de alcachofa, ya que la había probado en un restaurante y no la había vuelto a encontrar. Le contesté que no la tenía pero que
Sandwich de pollo, manzana, queso e hinojo


Estoy teniendo problemillas con la conexión, así que vengo con visita de médico para dejaros este fantástico sándwich con una combinación más que deliciosa.

Estas cosas de la tecnología se me dan bastante mal, así que espero tenerlo solucionado para el fin de semana y poder hacer el post habitual del lunes. Deseadme suerte!



Bueno, os dejo el sándwich que podéis ver en el especial bocadillos del Magazine de Primavera.

Feliz fin de semana a todos!!

Pan de molde casero sin panificadora



Ya os comentaba hace unos días que desde hace ya algún tiempo me ha dado por hacer pan en casa. 
Sin amasadora, sin panificadora y sin nada de nada, únicamente mis manitas y buenos ingredientes.

Siempre he escuchado decir que hacer pan es muy gratificante y te hace sentir diferente. Es verdad.
Esa misma sensación la tengo cuando hago pasta casera. 
Supongo que tener contacto directo con los ingredientes, ensuciarte, llenarte las manos de masa y ver después el fantástico resultado es como volver a los orígenes. Como cuando nuestras abuelas hacían el pan en el horno de leña.



Me encanta como huele la casa al hacer pan y el aroma que desprende al salir del horno. Es alucinante cómo con unos pocos ingredientes puedan salir alimentos tan ricos.

Hoy os traigo un pan de molde, realmente rico y sabroso ideal para acompañar comidas, hacer sandwiches o simplemente para picotear porque como con las Pringles, "cuando haces pop ya no hay stop".

Semifredo de fresas fácil y rico

Me encantan las fresas... con nata, con azúcar, con chocolate, con zumo de naranja, con cava o solas. 

Cuando compro fresas no puedo resistirme a comer unas cuantas mientras guardo el resto de la compra. Hasta a Buck le encantan.

Cuando están bien rojitas, dulces y prietas son la mejor chuche que hay en el mundo y de lo más sano.



Creo que tan sólo pueden competir con las cerezas, las frambuesas y las moras. Y teniendo en cuenta el precio de venta, son las reinas del mercado. 
Lo único malo es que debes tomarlas al poco de comprarlas, porque si no, empiezan a ponerse pochas.

Este año mis plantas de fresas han decidido volver a hacer huelga, ... Dos fresitas han salido y las ha disfrutado un pájaro listillo, o por lo menos, más listo y avispado que yo... Así que no me queda más remedio que comprarlas fuera, un año más.



Este Semifredo de fresas es una receta fantástica para poder aprovechar esas
Bollos hojaldrados de tomates secos {y reflexiones sobre blogs cuquis}


Últimamente me pregunto por qué hay personas en la red que parecen que están enfadadas con el mundo. Lo único que hacen es quejarse por todo con comentarios cínicos e irónicos que en algún momento han tenido gracia, pero que después de escucharlos por enésima vez, pues oye, cansa. 

Parece que en los últimos meses tener un blog "cuqui", es un pecado.
Si utilizas cañitas de color pastel estás invocando al mismísimo diablo, si pones un paño un poco mono debajo del plato es que estás a un paso del exorcismo y ya no te digo nada de los tablones pintados como base para las fotografías, eso ya es otro nivel... estás poseída por los "Osos Amorosos". 

Pues sinceramente, si el tiempo me lo permite (que no siempre es así, como en el caso de estos bollos), prefiero dedicar algo de tiempo al estilismo de mis fotografías porque poner un trozo de carne en medio de un plato con un puré de patatas de cualquier manera me transporta más a una comida de cuartel que a un almuerzo en buena compañía y con el objetivo de disfrutar.

Roast Beef al romero y mostaza



Como su nombre indica, el Roastbeef o Roast Beef (por favor que alguien que  diga si se escribe junto o separado, porque he visto de todo...), es un corte de buey tierno asado al horno, aunque en este caso utilicé lomo de ternera.
Es tradicional de la cocina inglesa, que normalmente se servía los domingos.
Se suele servir con patatas y verduras y en el norte de Inglaterra se toma con el tradicional Yorkshire pudding (una oblea de masa horneada con forma de cuenco).
También es típico, tomar las sobras en forma de sandwich (llámales tontos...), cosa que yo hice y está de vicio.
Depende de los gustos de cada uno, se cocina más o menos, aunque siempre el centro, debe quedar más rosadito y menos cocinado. 
Para mi gusto, carnívora total, bien crudito y jugoso.

La combinación en su costra del romero con la mostaza le da a la carne un gusto especial que me encantó y que seguro que repito en más ocasiones.



Ya sabes, puedes tomarlo como plato principal combinado
Ensalada de cogollos con fresas y boquerones escabechados al limón


Hace ya varias semanas que tenía que haber publicado esta entrada, pero por una cosa o por otra, me ha sido imposible. Al tratarse de un curso de cocina, no pude más que tomar algunas fotografías con el móvil para poder compartir a través de twitter, así que para que éste no fuera el post más triste y poco atractivo del mundo, preferí esperar hasta poder preparar y fotografiar una de las recetas que cocinamos. 

Bueno, empiezo por el principio que no, me lío. 
Éste fue el Taller de cocina, impartido por Mireia Anglada y que fue el premio por un concurso de recetas  saludables que organizó Margot con la colaboración de Nutrim, Cook&World y Hoy del día. 

Como en todos los talleres que imparte Mireia, nos tocó cocinar a nosotros, organizados por pequeños grupos en los que cada uno preparaba una de las recetas. 



Tostada de espárragos con jamón y crema de queso


Después del sandwich anterior hoy os traigo una receta de la misma familia, aunque algo más sana.

Estos días me está dando por hacer pan en casa. Ya había hecho varias veces, como estos Bollos de Leche, o esta Focaccia de Higos, pero ahora estoy panarra total.

No sé qué tiene hacer pan que hace sentir bien. Y la verdad es que no lleva demasiado tiempo.
Este pan es de centeno y trigo, pero no hay foto única del pan, más que la que veis con la receta completa y una que colgué en Instagram. En cuanto lo saqué del horno y se enfrió, lo corté y nos lo zampamos. Tan sólo quedaron dos rebanadas, con las que hice las tostadas que veis. Así, que la receta del pan la dejaré para otro momento.



Como en el de la pasada entrada, éste es un plato rico, fácil, completo y delicioso. Además tiene un color muy atractivo. La combinación del verde con el amarillo
Sandwich de bacon con cebolla caramelizada y dados de Boffard


Dicen que este fin de semana va a hacer buen tiempo, así que si estáis pensando en pasar estos días a la bartola con la cervecita en una mano y la otra alternando entre una patata brava y un chipirón, os traigo una propuesta que se hace rápido y mantiene la línea del picoteo (porque la nuestra, no nos engañemos, que no. De todas formas, quien quiera añadirle una hoja de lechuga por aquello de la conciencia, pues ale, bienvenida sea).

A mi, el bacon me encanta, bien crujientito, casi rozando el quemado, la cebolla caramelizada, es una auténtica delicia y los dados de Boffard... qué os voy a decir!

A quién no le guste el bacon a nivel del carbón, pues nada que lo haga a su gusto o como al gusto de todos los buffets de este país, en el que bacon debe salir despavorido al llegar a la plancha, porque además de estar del color de los raviolis anteriores, nada entre un mar de aceititos varios.




Pastel de patata {receta de aprovechamiento}



Hoy traigo una receta de esas que no estás segura si colgarla en el blog o no...
Hace semanas meses que la tengo ahí, en el ordenador esperando triste y sola a ver la luz.

Hay recetas de las que te enamoras, no solamente por sus ingredientes y la combinación de los mismos, si no porque tiene un punto creativo, original o son simples pero resultonas.



Este pastel de patatas con bacon y queso, no tiene ninguna de esas cualidades, ni siquiera unas fantásticas fotografías.
Es una receta de aprovechamiento, de esas que básicamente constan de lo que tengas en ese momento en la nevera mientras la barriga ruge de hambre y te das cuenta que no tienes el ingrediente X que siempre falta en el peor momento.



De todas formas, este pastel, aunque sea hecho con lo primero que ves en la cocina con la esperanza que quede bien, tiene un resultado final la mar de bueno. Así,
Palmeritas saladas con brócoli, jamón y queso



Hasta ahora no era consciente de la cantidad de cosas que he ido acumulando en los últimos años.
En mi vida he tenido que realizar diversas mudanzas y como todo el mundo, he ido dejando cosas tras mis pasos. Dicen que si algo no lo utilizaste durante el último año, es que no lo necesitas y te puedes desprender. Pero yo, como buena virgo, muchas cosas las guardo porque creo que le voy a dar uso en algún momento.
En mi interior más profundo creo que tengo a Diógenes acechando….

Como digo, hay muchas cosas de las que me desprendido mudanza tras mudanza. Cosas que no necesitaba, estaban deterioradas o bien que creía que nunca más iba a utilizar. Bien!, pensaba yo. Ilusa de mi….
Doné unas botas fantásticas y nuevecitas que ahora se vuelven a llevar, unas sandalias preciosas que me iban de miedo con el vestido que me compré en verano y un montón de cosas más. En cambio me quedé con la camisa que ya no me va, los zapatos que crían polvo y un montón de prendas que lo único que hacían eran ocupar espacio
Guiness Pie


Esta receta tuve que hacerla dos veces. 
En la primera, el hojaldre de la parte de abajo, me quedó sin hacer, mientras la lámina de arriba quedaba bien dorada y fantástica, así que la pinta era buenísima, pero al abrirlo, veías el destrozo.

La segunda vez, puse el horno únicamente con la opción de calor inferior y quedó fantástico. Dorado por arriba y crujiente por abajo. Ideal. 

La cocción con Guiness hace que la carne quede melosa, tierna y deliciosa, además de adquirir un color tremendamente atractivo.
Se puede preparar en una fuente grande y servir de allí las diferentes porciones, aunque creo que si tienes la oportunidad, queda más "elegante" hacerlo en porciones individuales de forma que cada comensal tenga su pequeño pie. Pero como siempre, es cuestión de gustos. 



La receta forma parte del Magazine de Invierno (que espero que ya no haya nadie que no lo haya ojeado).
Podéis consultar la receta en la
Top