Pues vaya día chungo que ha quedado hoy en Barcelona.
Cuando esta mañana me he despertado no sabía bien, bien qué hora es. El despertador mostraba una hora y el móvil otra. Me encanta que los enanitos de apple trabajen de noche para poner de forma mágica la nueva hora sin tener que preocuparte tú.
Después del primer susto al ver la hora que era, ha venido el segundo: Se está acabando el mundo?
Todavía en la cama y ya sobresaltada por dos motivos... Así no hay forma de disfrutar del fin de semana.
Y es que normalmente cuando me despierto veo el cielo con tonos amarillos/rosados/azules que te dan una alegría infinita y hace que empieces el día con energía.
Hoy, en cambio el cielo amarillo/gris/caca como si de un momento a otro fuera a caer encima de nuestras cabezas.
De hecho, lo que caía era una lluvia que no ha impedido tener que enfundarme en el uniforme perruno con gorra incluida y sacar al pichurro a que hiciera sus