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Crema de topinambur con manzana y queso de cabra


El destino tiene esas cosas...
Cuando no tienes planes más que sacar al pirrucho y trabajar te encuentras como una rosa. 
Cuando tienes la agenda llena de cositas divertidas donde hacer vida social y pasártelo pipa, te constipas, te viene el bajón y desearías enroscarte en el edredón cual oso hibernando y dejar pasar así los días hasta que tu nariz no tengan ningún parecido a la de Rudolf y tu piel no duela.

Porque a mi, cuando estoy enferma, me duele la piel y las encías. No sé si es que  soy rara o a alguien también le pasa. ¿A alguien más le pasa?
Es que me molesta hasta el albornoz, oye.



Bueno, volviendo a lo malita que estoy y lo poco que me quejo (ejem), ya me estoy viendo en todos eventos que me apetecen un montón (o me apetecían antes de tener como mejor amigo el pañuelo y el Frenadol), con la cámara en una mano y el kleenex en la otra.

Me podría quedar en casa, sí, pero me niego. He
Vieiras en faja de jamón
Ayer tuve una reunión con una persona a la que su vida había dado un giro de 180ª en el último año. Me vi reflejada. Hace un año, ni se me pasaba por la cabeza el cambio que ha dado mi vida. Un cambio drástico. Creo que lo único que se mantiene sois vosotros y Buck, que sigue pegado a mis faldas si no hay una perrita o cualquier cosa comestible (o no) cerca. En este pasado año, he cambiado, aunque no de profesión, sí de sistema. Me he liado la manta a la cabeza y como sabéis creé la empresa Bloom Marketing, que por ahora (quitando el palo que nos da cada final de trimestre Hacienda) no para de daros satisfacciones. Tengo en mente (y espero que en breve vayan cogiendo forma) varios proyectos que me hace sentir hormiguitas en la barriga (las mariposas por ahora están bien dormidas).
Me mudé. Ahora vivo en menos metros cuadrados, pero con todo más a mano. A prácticamente la misma distancia del mar (bueno, unos 50 pasos más) y un parque que quita el sentido con un
Crema de coliflor con crujiente de patata al parmesano



Esta semana, como las que le han precedido han sido una locura.
Una locura de esas que gustan, de esas que tienes un gusanillo y un nido de mariposas en el estómago y no porque una esté enamorada...Que tiene su punto bueno, porque así me puedo centrar y ser algo más eficaz que una adolescente en pleno pavo. 

En fin, que ha sido de locos, pero estoy encantada. Eso sí, con tanto ajetreo, horarios imposibles, ir arriba y abajo con la moto y el tiempo tan cambiante que tenemos, pues claro... los efectos secundarios han sido ANGINAS.



Salgo por la mañana abrigadita, bien. Al mediodía hace un calor que apetece ir en tirantes. Por la tarde otra vez frío... Dan ganas de salir con la maleta a la calle e ir cambiando de modelito según se mueven las agujas del reloj.

En fin, que estas anginas, cual niña pequeña que he cogido, no me han permitido comer nada más que cositas calientes y suaves que no
Arroz negro


El otro día os explicaba la fantástica tarde que pasé en el encuentro bloguero. También os expliqué que los organizadores hicieron una fantástica labor de comunicación y logística al contactar con marcas para que dieran a conocer sus productos y nos obsequiaran con ellos.

Hoy aprovechando que no tenía demasiado en la nevera que gracias a este evento, la despensa tiene la puertas que no cierran, me decidí a hacer el arroz negro que tan amablemente Bon Preu nos obsequió.

En el packaging pone que es para 1 ó 2 raciones. La verdad es que la cantidad de arroz realmente es para una persona, pero la cantidad de caldo es válida para dos raciones. (O es que yo soy una zampona, que también puede ser).
Con el arroz que viene en el pack llena 1/3 de un vaso y el caldo da para 4 veces esa medida.
Yo,  además de un poco más de arroz y caldo de pescado he añadido unos gambones y unos dados de calamar, aunque en el paquete del caldo también están añadidos unos trocitos. A mi los bichitos en el
Endivias con frutas y aliño de queso azul



Me doy cuenta que muchos de mis platos llevan queso.
Ya sea de cabra, fresco, ricotta, cheddar o como en este caso (y muchos otros), azul.

Hay que ver lo que me gusta un trozo de queso y lo que en ocasiones, mejora un plato o lo destroza en otras muchas también, claro.

No he visto nunca ningún plato de pescado con queso. ¿Existen? ¿Conocéis alguno? Decidme, anda.

Al igual que tampoco conozco ningún alimento azul... Es que no hay? Todos los pigmentos se los quedó el Blue Tropic? Las patatas violetas, no valen pillines, que ya os estoy viendo.
Igual sólo existen en el mundo pitufilandia y en el real, el de Gárgamel, que al fin y al cabo es el que todos conocemos, no existen... 
Igual hay determinados pantones que están prohibidos en el mundo alimentario. No sé...



En fin, que estas endivias con frutas y aliño de queso azul (mira azul! pero no vale), están de puro vicio.
Mira que las endivias son un pelín agrias, aunque como sabéis,
Gnocchis con crema de setas



Hoy he leído que según un estudio realizado por Conneticut College, las galletas Oreo son tan adictivas como la cocaína.
Ya decía yo que no podía dejar de tomar este helado de Nutella y Oreos.. Con calor, con lluvia y con frío, oye, que soy adicta.

En breve ya me veo yendo a OO. AA (Oreos  Anónimos), aunque de anónimos yo creo que tienen muy poco, porque las reuniones son presenciales, ... pero bueno, eso es otro tema.
Pues eso, que dentro de unos meses, con mi helado de Nutella y Oreos, me planto en alguna reunión de esas.

Y yo que soy de darle mucho al coco y de tener muchas dudas, me pregunto.... No estará patrocinado este estudio por el Sr. de las fantásticas galletas? Me huele a chamusquina.



Igual que me olía a chamusquina la notica que salió hace unos días, sobre que el Sprite era el mejor remedio contra la resaca.
Sinceramente, para mi el mejor remedio
Ensaladilla rusa en panecillo


Cuando era pequeña, en verano aprovechábamos los domingos por la mañana para ir a la playa en familia. 
Durante la semana mis padres trabajaban, así que el sábado por la mañana era el momento de ir a la compra y nos quedaba el domingo para poder remojar los pinreles en el agua de la Barceloneta. 

Aquello era toda una odisea. El primer paso era llevar todo con nosotros: que si las niñas, la nevera con agua, fruta (mi madre siempre lleva fruta por si tiene sed), los bocadillos de las niñas para desayunar (porque nos íbamos al alba para encontrar aparcamiento), los juguetes, las colchonetas, .... La Presley no debe ir a la playa porque me hubiera gustado verla de esta guisa.... Creo que cualquiera perdería el glamour.



Lo de las colchonetas a las dos visitas nos dimos cuenta que no eran prácticas porque: 
1. Las pinchábamos con una facilidad asombrosa. No ganábamos para parches.
2. O poníamos la colchoneta o la toalla.
3. El paseo con la colchoneta hasta el agua con tu madre diciéndote
Ensalada de cintas de calabacín


Pues no hay cosa más sencilla que esta rica ensalada. 
Además puedes hacerla también con zanahorias o pepino, o incluso con la combinación de los tres ingredientes. Fácil y sano. No se puede pedir más.

Es de esas ensaladas que se hacen en un plis entre poner una lavadora, darle de comer al niño, enviar un e-mail y contestar la llamada de tu madre. Creo que para muchas, nuestros días son así. Un auténtico caos.

Últimamente en mi proceso de cambio-"no sé ni donde tengo los calcetines", tengo la sensación de ir haciendo mil cosas a la vez, como un hombre orquesta o un pulpo gallego.
Empiezo a hacer una cosa y por el camino me encuentro otra que también tengo que hacer así que dejo la primera y sigo con la segunda pensando que me acordaré de la primera... y así... una espiral sin fondo.
Al final me encuentro con 10 temas empezados y solamente 2 acabados. Lo peor, es que de 4, ni siquiera me acuerdo. 
Tengo que organizar el puzzle de mi cabeza.

Cuestión de tiempo. Últimamente todo es cuestión de tiempo. 

Berenjenas rellenas con pesto


Lo bien que sienta un día festivo entre semana, ¿verdad? 
Yo estoy encantada. Además por fin ha dejado de llover en Barcelona después de seis día seguidos sin parar.
Seis días seguidos sacando a Buck a pasear y volviendo (él) llenito de barro, con más parecido a un pollo que a un perro y dejando rastros de patitas y de gotas allá por donde iba y (yo) con un ataque de nervios.
Ni toalla para secarle ni nada.... Los flecos peludos que le caen desde las patas y por la barriga hace que se empape totalmente si el suelo está mojado, aunque no llueva.


Durante los dos primeros días, una vez seco, yo limpiaba y fregaba el desastre, pero al tercer día y después de haberlo hecho los anteriores una media de 4 veces al día, me hice a la idea de convivir con un suelo poco reluciente.
Me acomodé en el sofá, cogí un libro, un café con leche y esperé a que se me pasaran las ganas de pasar el mocho como si no hubiera un
Ensalada de cogollos con fresas y boquerones escabechados al limón


Hace ya varias semanas que tenía que haber publicado esta entrada, pero por una cosa o por otra, me ha sido imposible. Al tratarse de un curso de cocina, no pude más que tomar algunas fotografías con el móvil para poder compartir a través de twitter, así que para que éste no fuera el post más triste y poco atractivo del mundo, preferí esperar hasta poder preparar y fotografiar una de las recetas que cocinamos. 

Bueno, empiezo por el principio que no, me lío. 
Éste fue el Taller de cocina, impartido por Mireia Anglada y que fue el premio por un concurso de recetas  saludables que organizó Margot con la colaboración de Nutrim, Cook&World y Hoy del día. 

Como en todos los talleres que imparte Mireia, nos tocó cocinar a nosotros, organizados por pequeños grupos en los que cada uno preparaba una de las recetas. 



Raviolis rosas rellenos de ricotta


¿Pero habéis cosa más cuqui y primaveral que estos raviolis rosas?
Vaaaale son un poco ñoños pero es que están taaan rico y son tan vistosos que valen la pena.

El relleno, de ricotta, hierbas aromáticas y un toquecito de ajo y limón le da un sabor intenso, cremoso y con el toque fresco que le da el cítrico.
La pasta es una pasta normal de huevo, pero con un jugo de remolacha reducido que hace que obtenga ese color tan intenso e inconfundible.
Sinceramente, pensaba que la remolacha le daría un gusto terroso, pero como se utiliza en una proporción muy pequeña, el sabor no se aprecia en absoluto.

Lo malo es que al hervirla, pierde algo de intensidad y el rosa chicle que tiene en crudo, queda algo más "lavadito" cuando ya la tienes cocinada, (pero me dijeron que si echabas un chorrito de leche al agua, perdía menos color), pero de todas formas es ideal, ¿no creéis? Seguro que a todas esas princesitas que tenéis en casa les encanta y de mientras toman un almuerzo sano y equilibrado.
Ensalada de patata, salmón y creme fraîche


Hace cinco años, cuando estábamos buscando casa para mudarnos, estuvimos dando vueltas por casi todo el litoral mediterráneo cercano a Barcelona.

En una de esas visitas, nos llevaron a ver la que denominamos: "La casa de los horrores". Era una casa, en la zona del Garraf, preciosa por fuera, con una impresionante piscina pero que nada más poner un pie dentro, el bello se nos puso de punta.
La casa, además de estar pintada de multi colores muy llamativos, estaba tal cual la dejaron sus propietarios. Y tal y como la vimos, debieron dejarla a toda prisa, como si un huracán fuera a aparecer en los siguientes minutos.
Los zapatos de la niña de que debió pasar allí los primero años de su infancia, estaban en medio del comedor. Ropa de la que debía ser la madre, dejada por cualquier sitio como si fuera la protagonista de una película justo ante de tener el encuentro sexual de su vida. El despacho del que debía ser el padre, tal y como lo dejamos el resto de los mortales, cuando estamos trabajando y debemos hacer un parón, para ir al
Palmeritas saladas con brócoli, jamón y queso



Hasta ahora no era consciente de la cantidad de cosas que he ido acumulando en los últimos años.
En mi vida he tenido que realizar diversas mudanzas y como todo el mundo, he ido dejando cosas tras mis pasos. Dicen que si algo no lo utilizaste durante el último año, es que no lo necesitas y te puedes desprender. Pero yo, como buena virgo, muchas cosas las guardo porque creo que le voy a dar uso en algún momento.
En mi interior más profundo creo que tengo a Diógenes acechando….

Como digo, hay muchas cosas de las que me desprendido mudanza tras mudanza. Cosas que no necesitaba, estaban deterioradas o bien que creía que nunca más iba a utilizar. Bien!, pensaba yo. Ilusa de mi….
Doné unas botas fantásticas y nuevecitas que ahora se vuelven a llevar, unas sandalias preciosas que me iban de miedo con el vestido que me compré en verano y un montón de cosas más. En cambio me quedé con la camisa que ya no me va, los zapatos que crían polvo y un montón de prendas que lo único que hacían eran ocupar espacio
Crema de Guisantes y Feta


Ésta es una cremita válida para tomar como primero o bien como pequeño aperitivo en vasitos como se muestra en la fotos.
Ya sea para una reunión familiar, una celebración o un encuentro entre amigos, es un bocado fantástico.

Además, ya empieza la temporada de guisantes, esas bolitas verdes tiernas, dulces y deliciosas.
Así, que aprovechad!

La receta forma parte del Magazine de Invierno y la podéis ver en la pág. 47. 

Espero que os guste. Yo mientras, ya estoy cocinando el Magazine de Primavera...

Disfrutad del fin de
Ensalada de invierno, sana y refrescante


Después del atracón de azúcar que ha habido los últimos días con motivo de San Valentín, hoy os traigo de nuevo una ensalada bien rica y refrescante que la operación bikini está a la vuelta de la esquina.

Hace algunos días en Barcelona hizo un tiempo totalmente primaveral. De hecho durante esos días he aprovechado para tomar algo el sol mientras acababa la novela de Asa Larsson que estaba leyendo.
Sabía que este asomo de la primavera, tenía los días contados porque no es normal que en pleno febrero haya temperaturas cercanas a los 15º, y así ha sido. Las temperaturas han bajado y el sol ha dado paso a la lluvia. 

Pero el otro día, como siempre corriendo para salir el trabajo, una pequeña cosita blanca llamó mi atención. Una pequeña flor en el suelo. Miré hacia arriba y vi que los ciruelos que hay en mi calle están floreciendo!! Sí, sí, están todos en plena floración y la calle empieza a tener un fino manto de
Xatonada {Ensalada de invierno}


Antes de nada, quiero agradecer todos los mensajes de ánimo y las buenas vibraciones que me habéis hecho llegar, después del último post.
Cada uno de vuestros mensajes me ha dibujado una sonrisa en el húmedo rostro, me ha llenado de amor por dentro y me he sentido calentita y arropada por cada unos de vosotros. 

Deciros que el fontanero llegó en forma de determinación y que aunque algún escape hay en ciertos momentos y me siento más blandita que la mantequilla pomada, la fuga ha sido prácticamente sellada.
Gracias de todo corazón. Sois los mejores.



Y ahora, a por la receta. El Xató o Xatonada es la ensalada de invierno por excelencias por las tierras catalanas. 
Es un plato típico del Garraf y el Penedés, atribuyendo el origen a varias poblaciones (Vilanova i la Geltrú, Sitges, Vilafranca del Penedés y El Vendrell) , pero que a día de hoy, no se sabe exactamente de donde surgió realmente.

Es un plato fresco y delicioso que no debéis dejar de tomar. Además
Crema de brócoli sin nata
Hay temporadas en las que me metería en la cama y no saldría. Y por decir la cama digo una madriguera, bajo tierra, la luna o la conchinchina. Ésta, es una de estas temporadas. Metería la cabeza en un agujero y no la sacaría hasta que haya pasado la tempestad. Seré cobarde, sí, pero no quiero pasar por esto. Quiero ir un día a dormir y levantarme como si todo hubiera pasado. O mejor, como si hubiera sido un mal sueño.  Yo, que he sido siempre más dura que el hierro y a quién no se le saltaban las lágrimas ni con la escena familiar más emotiva, aquí estoy: agotando las existencias de pañuelos de los supermercados a 5 km a la redonda.  Tengo las emociones a flor de piel, lloro porque llega la primavera, lloro porque me siento sola y lloro porque han indultado a la chica que robó 195€ para comprar comida y pañales para sus bebés. Sí, así es mi día últimamente. He debido dejar el grifo abierto y no se cómo pararlo. De verdad. Si alguien conoce a un buen fontanero, decidle que se pase por aquí, porque creo que me voy a quedar seca
Peras rellenas {receta salada}


A mi abuelo le encantaban la peras. Únicamente se compraban cuando él venía a casa, al igual que los higos secos.
Todo un caballero, con reloj de bolsillo, su bastón y su sombrero al salir de casa y su boina en cuanto entraba por la puerta.

Realmente no lo conocí como ahora me hubiera gustado. Cosas de niños. Estaba más pendiente de mis preocupaciones, que por aquel entonces eran todo un mundo, que de acercarme a él. Supongo que estos pensamientos afloran cuando ya tienes una edad. Mientras eres adolescente, ni se te pasan por la cabeza.



Asturiano de nacimiento, vivió casi toda su vida en pequeño pueblo de Lugo, cercana a la frontera con Asturias. Una pequeña aldea en la ladera de una montaña donde mi hermana y yo hacíamos la croqueta hasta llegar al río en la parte baja. Cogíamos ranas y pececillos mientras los mayores intentaban pescar alguna trucha. Después se preparaban en la cocina de leña y todos nos calentábamos alrededor de ella. Nada de tele, ni
Sopa de cebolla

Estos días en Barcelona está haciendo un tiempo fantástico. 
Nos olvidamos de la calefacción, del gorro y de los guantes, pero me niego a decir adiós a la chimenea, porque el ambiente romántico y cálido que aporta, bien merece ir algo más ligera de ropa.

Os traigo una fantástica sopa de cebolla, que forma parte del Magazine de Invierno. 

Hasta que la hice para esta ocasión, no la había probado nunca. Su sabor me fascinó, me encantó. Además, al servirla con las tostadas de pan con queso fundido ya es lo máximo.


Si preferís un caldo más blanco, tan solo debéis utilizar caldo de pollo. A mi personalmente me gustó el punto más fuerte del caldo de carne y su color marroncito, pero va según gustos.

La seguiré preparando aunque las temperaturas no acompañen, así que me podéis imaginar en manga corta, con la chimenea encendida y saboreando esta fantástica sopa.

Podéis ver la receta en la pág. 13  del Magazine de Invierno

Espero que os guste y que disfrutéis
Crema de puerros y zanahorias (sin patata)


Retomando el tema del post anterior... Sigue haciendo frío y ahora sí que ha llovido.
 Hemos estado a remojo durante el fin de semana, eso sí, calentitos, con la manta, la tele y esta cremita bien caliente que te reconforta por dentro y por fuera.

Soy consciente que me enamoro de la parte romántica de la nieve. Es ideal cuando estás en una cabaña incomunicada, con tu pareja, la despensa llena, las reservas de leña a tope y la luz y  el gas funcionando sin problemas. 
Nada de tener que ir a trabajar y lidiar con carreteras heladas, ni tener que ir a comprar alimentos básicos abriéndote paso entre la nieve e intentando no caerte de culo, ni muchísimo menos soportar un apagón para pasar frío en la misma cabaña incomunicada. No no, nada de eso.

Tengo la facilidad para quedarme encandilada pensando en la parte romántica de las cosas, de todo. Veo lo bonito y ya está, caigo de bruces. Después, claro, viene la realidad y la caída es más dura. Pero bueno, lo asumo.
Y este enamoramiento romántico  va desde las relaciones hasta lo laboral
Sandwich de coles de bruselas con ajo y queso



Lo bien que se está de vacaciones y lo rápido que acaban....

Después de las fiestas señaladas he tenido la suerte de poder disfrutar de unos días más de descanso, donde no he hecho NADA. Absolutamente nada.
Bueno, la verdad es que una mañana tuve que trabajar, pero desde casa y mucho más tranquila... Y he aprovechado para planificar todas las cosas pendientes que tenía, pasar momentos en familia, cocinar, fotografiar, pasear y hasta ir de rebajas!

Yo no soy mucho de ir de compras... No me gustan las colas, la aglomeración de gente y odio por encima de todo el proceso, (además del momento de pagar, por supuesto), el tener que probarme la ropa.

Voy por la tienda con la mente abierta y diciéndome que es un momento agradable y que tengo que disfrutarlo.
Como ya sabéis, yo soy muy de listas, y no solamente para la compra de alimentos o para hacer las maletas, ... no. También para ir de compras de ropa.
Allá voy, toda decidida: zapatos cómodos, ropa ligera de dos piezas (nada peor que llevar un vestido y para probarte una
Canelones de carrilleras con crema de setas


En casa de mis padres, el día de celebración por excelencia es el de Navidad, ya que además de la celebración general, es el cumpleaños de mi padre, así que toda la familia vamos a su casa a celebrarlo.

En Catalunya, los canelones se toman por tradición el día 26, festivo por ser Sant Esteve y se realizan con las sobras del día anterior que es cuando se hace el pavo relleno o en el caso de mis padres, cordero.

Pero como vengo de familia gallega, donde hay más platos que en la boda de las infantas, para Navidad nos juntamos con los canelones y con el cordero, no sin antes tener el aperitivo, el entrante y un primero, seguido después por un postre de frutas, uno más contundente y para rematar, los turrones, polvorones y frutos secos.
No os extrañe que después de la comida de Navidad, vaya rodando a mi casa para poder digerir todo esto durante los siguientes tres días.
Suerte tengo que a mi los canelones no me gustan porque no me va nada la bechamel, así que me "escaqueo" de unos de
Taller Boffard


Sí, .... lo sé.
Había dicho que me iba a tomar unos días de descanso después de la publicación Recetas de Mon Magazine, nº 3, dedicado a las recetas de invierno y con un especial Navidad, pero ya veis... aquí estoy y es que no me puedo aguantar y tengo que explicaros que hace unos días tuve la oportunidad de asistir a un taller de cocina patrocinado por Boffard (sí, ese queso taaaaan bueno).

Como en la ocasión anterior, la maestra de ceremonias fue Mireia Anglada y se realizó en Cookiteca.
El espacio merece la pena y la chef, qué os voy a decir. Es un encanto, además de buena comunicadora, didáctica y no pierde los nervios.
¿Os imagináis a 13 bloggers andando arriba y abajo con cuchillos cebolleros en mano preguntando cómo se hacen las esferificaciones y dónde está la centrifugadora para la lechuga?
Pues sí, podría parecer un caos, pero no, todo fluyó de forma natural, Mireia no dejó a nadie (creo) con dudas y lo pasamos requetebien.

Os enseño lo que hicimos y abajo
Ensalada de temporada con granadas, salmón y queso de cabra


Las ensaladas gozan de buena fama, ¿verdad?
Son sanas, ricas, nutritivas, aportan vitaminas y no engordan. Como llevan verde, pues no engordan.... Error.

El otro día en el trabajo, una compañera, trajo un bizcocho de calabaza. Rico. Pero no light, no nos engañemos (o sí....)
Ella, con todo el amor y la ilusión, nos decía que como era de calabaza y no de chocolate, no engordaba. Vale, engordará menos que el de chocolate, pero no deja de ser un bizcocho, con su harina, huevos y AZÚCAR!!

Lo mismo pasa con las ensaladas.... "No entiendo cómo no bajo de peso si me paso el día a ensaladas".
¿Y qué le ponemos a la ensalada? Queso de cabra, pipas, nueces, bacon frito, picatostes, aguacate (que es muy sano, sí) y aderezado con balsámico.
Pues aunque sea una ensalada, es una bomba!

El Petit Celler


Hace algunos días, tuve la oportunidad de asistir a una cata de vinos muy especial. 
De hecho, se trataba de un juego "Quién es quién?". 

Hay alguna forma mejor de aprender?
Recuerdo cuando en la universidad, teníamos un profesor que hacía que su asignatura (un palo) fuera de las preferidas de todos los alumnos porque llenaba sus explicaciones con ejemplos, casos reales para que viéramos la aplicación y juegos en los que él era el primero en participar.

Bien, pues el juego en cuestión se trataba de catar cuatro vinos tintos e intentar identificar qué precio tenia cada uno. Teníamos pistas: sabíamos que uno de ellos era de 6€, otro de 60€, otro de 600€ y uno último que llamamos jocker ya que se podía tratar de cualquier precio. Interesante.



La cata se hacía en El Petit Celler un nuevo punto de encuentro para los amantes del vino y de la buena gastronomía, en Barcelona, más detalladamente, en
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