Cómo hacer Nudos de pan con ajo

Hay varias profesiones que tienen la capacidad de dejarte a la altura del betún. Decidme, ¿por qué sois tan capullos?

1. Vas a la peluquería tan feliz, a ponerte guapa, cortarte un poco las puntas (L-A-S-P-U-N-T-A-S, ese gran desconocido para las peluqueras) y cuando estás ahí, relajadita con masajes en el cuero cabelluda te suelta que si tienes el pelo muy seco, se te cae un montón, que necesitas tratamientos de hidratación y que si no haces nada, te quedarás calva.

Ole tú.

Como siempre, mi respuesta ingeniosa llega 3h tarde cuando estoy en la farmacia gastándome una pasta por un tratamiento vitamínico y en el momento preciso, sonrío y digo que me haga un completo. Fantástica muestra de saber llevar la situación.

2. Ya es demasiado incómodo ir al dentista y esperar tu turno para la sala de torturas como para que te metan una cámara con la saturación +20.000 y que te vayan enseñando el inicio de caries que tú ya te has visto en versión cañón del colorado terrorífico. Así con todas tus muelitas que siempre ves blancas pero ahí ves amarillas como el tizón aumentadas a pantalla completa.

La dentista, muy maja ella, te dice que tienes que tratarte esos inicios de caries, que tiene que quitarte las muelas del juicio aunque no te molesten, hacer varios empastes y que tiene que hacerte un tratamiento en las encías para que no se te caigan las piezas. Y se queda tan pichi, oye. 

Sales, con la moral por los suelos. Tú ibas a una limpieza de tu boca bonita y sale pensando en qué momento se ha abierto una realidad paralela para que tus dientes blancos hayan cambiado a putrefactos.

Cambias de dentista ipso facto pero tardas en recuperar la moral 20 días en los que no paras de mirarte en el espejo las perlitas para confirmar que esa bruja está equivocada.

3. Ir al ginecólogo nunca ha sido demasiado agradable, no? Quiero decir, que ponerte en braguitas con una bata de quirófano abierta por delante dejando tus vergüenzas al aire no es lo mejor del mundo.

Si encima, después tienes que ponerte en una camilla con las piernecicas abiertas de par en par, poner el pompis más para abajo (¿no se cansan de decirlo?) y dejar que un señor que ni siquiera te ha invitado a cenar (ni aun gintonic, vamos!) te vaya introduciendo objetos y te palpe las lolas, pues mira, no es de las mejores citas que una tiene.

Si para rematar, te dice que ya va siendo hora que decidas si quieres ser madre, que tu reserva ovárica a los 40 baja en picado, que las probabilidades de tener un embarazo a tu edad es de un insignificante 5%, ya es la pera limonera.

Que te lo dice todo suavemente, con un tono de voz calmado, sin alarmarte y de la forma más sutil y cuidada que supongo que puede darse esa noticia pero vamos, que la BOMBA la ha soltado como una ratilla. 

Ahí te quedas. Mirando tu vientre y mirándolo a él. Pero esto qué es lo que es? ¡Pero si Halle Berry fue madre a los 47!

En fin, que como vayas el mismo día a las tres visitas acabas calva, sin dientes y vieja. El pack completito oye. Si además tienes que llamar al informático por algún problema (esos seres extraños que lo primero que preguntan es si has reiniciado el equipo y que después por arte de magia todo funciona cuando llega), tienes dos opciones:

– Mudarte a Marte durante una temporada.

– Ponerte hasta arriba de estos nudos de ajo, porque total, unos kg de más con todo lo que te cae encima, es lo de menos.

Mi opción ya la sabéis.

¡Feliz semana!

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Cómo hacer Nudos de pan con ajo

Ingredientes (16 bollitos)
500 gr de harina de fuerza
300 ml de agua
10 gr de levadura fresca de panadero
10 gr de sal
1 cabeza de ajos
1 ramillete de perejil
Aceite de oliva
Elaboración
Hacer una esponja en un vaso con un poco de agua tibia y la levadura. Dejar reposar.
Hacer en un bol un volcán con la harina. Añadir la esponja y la sal. Mezclar.
Añadir el agua y seguir mezclando. Traspasar la masa a una superficie lisa y limpia donde habremos espolvoreado un poco de harina. Amasar con las manos hasta que no se nos pegue y la masa sea flexible y sin grumos. Hacer una bola con la masa y dejar reposar durante 2h a temperatura ambiente en un bol untado con aceite y tapado donde pueda crecer sin problema.
Pelar los ajos y el perejil y picarlos muy finos. Mezclar con un chorrito de aceite.
Pasado ese tiempo, volver a amasar para quitar el aire y separar la masa en 16 porciones que serán los 16 nudos. Amasar dándoles forma de palo y hacer un nudo de cada uno. Pintar con el ajo y el perejil por encima.

Precalentar
el horno 180º. y dejar reposar 15min.

Introducirlos en el horno precalentado durante min 20 min aprox. Retirar del horno y dejar reposar en una rejilla para que templen.