¿Habéis ido alguna vez a esquiar?
Yo sí, dos días. Que no dos veces. Dos días. D-O-S. Y tuve suficiente. (Para vuestra información me pasé el día gritando: «Fréname, frénameeeeeeeee!» antes de romperle la espinilla a más de uno.
¿Realmente hay a gente que le gusta eso? Yo no le encuentro el qué, la verdad.
Primero tener que levantarte como si tuvieras un bebé lactante al que alimentar. ¿Quién en su sano juicio se despierta a las 4-5am el fin de semana,para hacer algo que no sea ir a hacer un pipí? Pero si hasta para eso, estás 10min dando vueltas decidiendo si es indispensable o no aguantas más…
Esas horas, son para llegar a casa y ¡no para salir!
Después del madrugón, métete en el coche y pasa unas 2h metida allí, de camino a la montaña, después de haber empaquetado el coche con mogollón de cosas. Si tienes la suerte de parar a desayunar, eso que te llevas. Si no, da gracias a un café y medio bocata de estación de servicio.
Y la cosa no mejora…
Vas vestida como una foca daltónica, hace un frío que pela y hay colas para todo. Y encima pagas. Y pagas una pasta oye, que digo yo que a mi si no me pagan (y muy bien) no me pego ese madrugón para pasar frío a la intemperie.
Lo mejor de todo son los telearrastres. Y su nombre se debe a que te arrastra, literal por la nieve aunque no estés vertical y sea tu culo en vez de tus pies de yeti los que estén en contacto con el suelo. Además, al final de todo, cuando tienes que sacarte ese palo de entre las piernas, normalmente hay una montañita de hielo donde yo en esas dos veces, siempre me resbalaba. Manda narices.
Y todo esto para baja durante 10min y vuelta a empezar. Así, en plan hamster pero a lo bruto y sin recompensa porque encima, ni comes ni na. Como mucho, te meterás entre pecho y espalda un bocadillo chuchurrio y un chocolate caliente después de hacer todavía más colas.
Sigo sin entenderlo… La verdad.
Para mi lo mejor es lo que viene después. Llegar al apartamento, dejar todos los trastos, ir a comprar comida rica de verdad para un regimiento, bajar al spa (si has sido previsora y has cogido un apartamento con spa y además eres una suertuda y no hay nadie más) y darte un homenaje en toda regla delante de la chimenea.
Así que a mi, deja el plan de la mañana y dame el de la tarde noche, que me va más. Andevaparar.
Bueno, ahora la receta, que va en línea con el escrito y con estos días que hemos tenido. Porque madre mía que manera de llover y de nevar! Dos veces en dos semanas en Barcelona delante del mar. Lo nunca visto. Espero que ahora que habrá reservas de agua para pasar bien el verano, llegue el solete y el buen tiempo porque una ya tiene mono de SOL!!!
Os dejo con la receta de la crema de chirivía. Nunca la había hecho, pero sí probado en un taller y me encantó. Tiene ese punto dulzón de tubérculo y que tanto me gusta. Para decorar y darle un punto diferente, he añadido un poco de cebolla frita (comprada), pero podéis poner un poquito de sal de jamón, croutons, quicos o lo que prefieráis. Mejor algo que le de un toque crujiente, por eso.
¡Feliz semana!
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Ingredientes crema de chirivía
– 4 chirivías
– Aceite de oliva
– Sal y pimienta
– Cebolla frita o lo que queráis.
Elaboración
Pelar las chirivías y cortar a trozos más o menos de la misma medida.
Poner en una olla y dorar en un poco de aceite. Cubrir con agua fría y dejar que cueza durante 20′ aprox. Cuando esté, salpimentar y triturar. Rectificar de sal y servir con la cebolla frita por encima.
Yo como tu, negada para el esquí,
la ultima vez que «lo intenté», cada vez que bajaba mi padre esquiando… el sí, que sabe esquiar. Se paraba a mi lado y me decía (yo a todo esto tirada en el suelo, hecha un gurruño, cubierta de nieve)… «nena… no te caigas más…
A lo que yo lo miraba con cara de pocos amigos y le contestaba… a ver papa, tu crees que yo quiero caerme????
Cuando acabó el día tenía nieve hasta …. bueno en todas partes.