Cuando era pequeña creía en los Reyes Magos de Oriente. Así, con su nombre completo.
Hasta cuando mi hermana, ejerciendo de hermana mayor, pisoteando toda la ilusión que tienen los hermanos pequeños, me dijo que eran mis padres, yo no lo creí. Me resistía a creerlo.
¿Cómo podía ser si la noche de Reyes de un año fuimos a cenar fuera y cuando llegamos habían llegado los Reyes? Si no habían sido ellos, ¿quién podía haberme dejado el piano de Blancanieves y los 7 enanitos? A ver, ¿quién? Porque la explicación que me dio mi hermanita sobre que lo habían dejado mis padres antes de salir, a mi no me convencía…
Así, que cada año, dormía con la puerta de la habitación un poco abierta y me intentaba convencer a mi misma que esa noche no me dormiría y que así, «cazaría» a los Reyes en plena acción y le daría un buen corte a mi hermana.
Después de algunos años más dándome por vencida a los brazos de Morfeo por más que intentaba contenerme, con mis amigas Irene y Merche, tuvimos la «gran conversación» (después de ésta, vendrían muchas «grandes conversaciones», menos trascendentales pero más interesantes) y así, contrastando informaciones y poniéndolas en común, nos dimos cuenta las tres, que sí, que mi hermana tenía razón y que nos habían tomado el pelo durante año. Pero claro, si te toman el pelo pero te dan regalos, pues bueno… La cosa no está tan mal, ¿no? «Dame pan y llámame tonto» es la frase perfecta para describirlo.
En fin, que el día de Reyes mientras estuvimos en casa siempre fue especial y por norma (o lo que recuerdo) es que tomábamos chocolate con churros rodeados de papel de regalo del que se podía reciclar y del que no (que en casa siempre ha gustado mucho eso de reciclar, hasta el papel de regalo).
Este año, ya fuera de casa y sin peques rondando (ni se les espera, ejem) ha sido un día de Reyes diferente, un poco más triste y con menos ilusión, pero eso sí, aunque no han habido churros, han habido croissants caseros.
Si nunca los habéis hecho, os animo a hacerlos porque es super fácil. Eso sí, hacedlos con hojaldre de calidad y tomadlos al mismo momento.
Aviso, con el hojaldre del Mercadona no salen demasiado bien. Por experiencia.
Os dejo la receta más abajo.
Espero que os guste. ¡Disfrutad de la semana!
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Ingredientes croissants caseros (15 pequeños)
– 1 lámina de hojaldre de calidad.
– Mantequilla punto pomada.
– Chocolate o nutella si los queréis hacer rellenos (Yo los hice con Chocolate Valor)
– 1 huevo (opcional para darle más brillo. Los que veis en las fotos, no lo llevan).
Elaboración
Precalentamos el horno a 180º.
Extender la masa de hojaldre. Si es redonda, cortarla en porciones triangulares (como quesitos). Si es rectangular, cortarla en 3 partes longitudinales y cada una de ellas en 5 triángulos.
Pintamos cada triángulo con mantequilla derretida para que queden más jugosos.
Si los vamos a rellenar, poner un trocito de chocolate (media onza) en la parte más ancha del triángulo de hojaldre.
Enrollamos cada triángulo empezado por la parte más ancha y así hasta hacer un rollito.
Si queremos, pintamos cada croissant con huevo batido y metemos en el horno durante 20′ a 180º.
Y listo!
Exquisitos Mónica y con un chocolate calentito lo mejor de lo mejor! Aunque yo en navidades y especialmente el día de Reyes no perdono un buen roscón!
Besos
Es increíble, yo no recuerdo quién me lo dijo, ni a qué edad, y supongo que no debió ser una gran decepción si es así, últimamente lo estábamos hablando con los amigos y cada uno tiene su peculiar historia, creo que la mía es la menos dolorosa, jajajajaja. Lo que sí recuerdo era el chocolate con ensaimadas, me encantaba! aunque con croissants también, si a mi lo que en realidad me gusta y mucho es el chocolate a la taza, delicioso siempre. Besos guapa
Un desengany que associat a que et fas gran i que has de ser «còmplice» dels pares per poder seguir fent la festa amb els més petits no va ser tan traumàtic, almenys per a mi.
I aquests croissants, de tant en tant, a casa cauen…acabadets de fer són boníssims!!!!
Ptnts
Glòria