La primavera llegó a nuestra vida mirándola desde la ventana.
Que mi estación favorita llegara de esta forma me dejó entre atontada y abrumada. Como si la vida la viera a través de una pantalla con una neblina que no sabía de dónde venía. Como si fuera un sueño. Un sueño en el que cada amanecer deseaba despertar pero aunque lo deseara cada día con más fuerza, la vida del día de la marmota seguía ahí.
Ahora por fin podemos salir a pasear, no bajamos la guardia pero podemos disfrutar de paseos, del sol en la cara, del olor a hierba, de higueras y de lluvia de esa que agradeces cuando hace tanto tiempo que no tienes contacto con nada más que con tu mini mundo.
En el parque de delante de cada han nacido además 10 patitos preciosos que estamos todos cuidando y alimentando, intentando que ningún depredador (gaviotas, perros, etc) se hagan con ellos. Por ahora lo hemos conseguido y estamos felices.
Salimos cada día a pasear y que los niños corran, se desahoguen y se cansen. Tienen ganas de cole y de que se vaya el bichito, pero es como estar en unas semi-vacaciones perpetuas en las que el puzzle personal y profesional tienen que acabar de acoplarse.
Para dar la bienvenida a esta fantástica estación dentro de la fase 1, os traigo una ensalada de lo más vistosa y rica además. Porque la primavera es color y sin color, no hay nada.
Espero que os guste.
¡Feliz semana!
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Ensalada de rábanos
Ingredientes:
Elaboración
Cortar láminas muy finas de los rábanos. Tostar los piñones. Montar la ensalada con todos los ingredientes y hacer una vinagreta que echaremos por encima.
Es una pasada esta ensalada, aparte de original, está riquísima y esa mezcla de sabores del rábano con los piñones la hace única.