¿Sabes dónde está la mayor concentración de empresarios del mundo?

En Meetic. Sí, sí, allí.

Y no solamente son empresarios, si no también se encuentra la mayor concentración de ejecutivos. ¿Y sabes qué? Además a todos les encanta el running y el pádel, son super activos, leen a Kafka, son super majos y además atractivos según sus foto principal. Un chollo, no?

Hay tanta inteligencia por píxel cuadrado, que tendría que ser la comunidad donde los Head Hunters encuentran su cartera de candidatos y no una de «encontrar el amor de tu vida».

Si la tasa de paro se midiera en esa comunidad en Barcelona y alrededores estaríamos al 0%. Ni uno oye. Tampoco hay barrenderos, paletas, ni fontaneros. ¿Se habrán extinguido o sencillamente estas profesiones tienen mucha suerte en el amor? Esto daría para un estudio…

En fin, que creé un perfil animada por mis amigas (ellas sí habían tenido buenas experiencias allí) y después de 2 meses estoy espantada (y eso que no he quedado con nadie. Ya os podéis imaginar).

La primera semana fue divertido, flechazos por aquí, mensajitos por allá, mirar perfiles como si fuera un catálogo del tío perfecto, …

La verdad es que los chicos se lo «curran» un montón con fotos poniendo morritos, 10 fotos sin camiseta, niks del tipo «tonipasiones», «ositoamoroso», «soytulobo», … 

Pero después de esa semana y algunos primeros mensajes del tipo (reales y tal cual, lo prometo):

– «Hola, bom bom»

– «Hola k ase»

– «Bonita sonrisa, a donde me llevas a comer una paella»

– «Este finde lo tengo despejado nos vemos?»

Después de recibir unos cuatro del mismo estilo al día, mi benchmark para entablar una conversación se limitó a que supieran escribir sin faltas de ortografía y supieran conjugar los verbos.

Así que mi aventura en esta aplicación ha llegado a su fin. Después de dos meses me he dado cuenta que soy tradicional, que creo en los flechazos a primera vista en vivo y que estas moderneces no están hechas para mi.

Eso si, ¡me he reído muchísimo!

Y ahora la receta. El Gözleme es un plato típico de Turquia y consiste en una masa rellena hecha a la plancha. Se puede rellenar de lo que quieras aunque lo más tradicional según tengo entendido es hacerlo de cordero.

Yo lo preparé con cordero, espinacas y feta como lo preparó Lena de Delicious Stories, de donde saqué la idea y la verdad es que encantó. Si os gustan las masas rellenas y la carne condimentada, no dejéis de probarlo. Es fácil de hacer y muy rico.

Para acompañarlo, bebimos un Merlot rosado de Maset, super afrutado y fresco que combinó a la perfección con el Gözleme de cordero, espinacas y feta. 

Os dejo con la receta. Espero que os guste y que ¡disfrutéis de la semana!

 

Ingredientes (2 personas)

Masa:

1 c/p. de levadura seca

1/2 c/p de azúcar

180ml de agua tibia

225g de harina de trigo

1 c/p sal

Relleno:

1 cebolla pequeña a dados

2 dientes de ajo picado

400g de carne de cordero molida

 

200 gr de queso feta desmenuzado

100 gr de espinacas

Perejil picado (un ramillete hermoso)

1 c/p. de comino molido

1 piel de limón rallada

1 guindilla seca pequeña

Sal y pimienta

Aceite de oliva

Salsa:

– Yogur griego

– Zumo de 1 limón

– Ralladura de medio limón

– Pimienta

 

Elaboración: 

En una sartén grande dorar la cebolla y el ajo con un poquito de aceite y dorar. Añadir el comino, la guindilla y saltear durante otro minuto. Incorporar el cordero picado, revolver bien y sofreir a fuego medio alto unos 5-7 minutos, o hasta que el picadillo esté listo. Debe quedar la carne bien suelta, sin bolitas. Retirar la carne del fuego, añadir la sal y la pimienta, la corteza de limón rallada y el perejil. Dejar enfriar y reservar.

Preparamos la masa mezclando la levadura seca, el azúcar y el agua tibia en un cuenco. Remover bien y dejar en un lugar cálido unos 5 minutos o hasta que aparezcan burbujas en la superficie.

En un cuenco grande, echar la harina, la sal y hacer un hueco en el centro. Añadir la mezcla líquida de levadura y trabajar la masa con las manos bien enharinadas. Amasar durante 3-4 minutos o hasta que la masa se vuelva suave y elástica. Trasladar la masa a un cuenco engrasado, tapar con un paño húmedo y dejar reposar 15-20 minutos o hasta que duplique su volumen.

Dividir la masa en 2 partes iguales. Con la ayuda de un rodillo, estirar cada trozo sobre una superficie enharinada hasta obtener un rectángulo. Rellenar  una mitad del rectángulo con las hojas de espinaca primero, luego la carne de cordero y para finalizar el queso feta desmenuzado. Dejar un borde de 2 cm, quitar cualquier exceso de harina.

Doblar por encima la otra mitad del rectángulo y presionar los bordes hacia dentro para sellarlos.

Calentar una sartén o plancha amplia a fuego suave. Untar los gözleme con aceite y dorar por cada lado. (Depende del grosor, pero yo los tuve aproximadamente unos 10 min por lado a fuego suave sin tapar. Servir con el yogurt griego con limón y pimienta.

Servir caliente.