El otro día os comentaba lo relajante y tranquilizadores que son mis fines de semana de sol y playa. Estar soltera y sin más retoños que un pichurro peludo, es toda una ventaja en estos casos.
Ir a la playa es de lo más complicado cuando tienes churrumbeles y necesitas llevarte media casa a cuestas para que no falte de nada entre chapoteo y castillos de arena.
Que si los bocatas, los zumos y el agua. Algún tentenpie o alguna fruta tampoco está de más. La bolsa con las palas, los cubos y las pelotas. Las palas. Un bañador de recambio. Las cremas solares. Gorras, gafas de sol, etc. etc. etc. Es un no parar.
Y no solamente eso, si no que además, la puesta en escena y el mantener a los retoños a salvo, ya es la bomba.
Yo no sé como las mamis no os quedáis en casa. A mi me daría un pasmo. Os admiro un montón.
Pero la cosa mejora mucho si cuando llegas, te está esperando un plato de mejillones al curry como los que os traigo, con su salsita y sus patatitas.
La receta la podéis ver en el Magazine, en la pág. 25.
Espero que os guste y que disfrutéis del finde (con sus más y sus menos).
🙂
Pues yo aluna vez me lo pienso y opto por alguna actividad que no requiera más que un paquete de pañuelos jejeje
Unos mejillones que ya me gustaría encontrarme cualquier día volviendo en casa… aunque como el curry es de las pocas cosas que no le gustan a la peque pues no lo uso mucho (otro fastidio de tener hijos).
Besos,
Palmira
Uuummmmmmmmm que ricura me encantarian seguro, no dudo lo mas minimo esten de muerte relenta ,te ha quedado una receta y fotos de relujo .
Bicos mil y feliz finde wapa.