Oye, oye, oye… Que sé que me diréis que soy una flipada y demás peeeeeeeeero, la primavera está a la vuelta de la esquinita. Palabra.
Que los almendros ya están en flor, ya están las mimosas en pleno auge y…. ¡A las 18.00 todavía es super de día!
Después de las últimas novedades que por desgracia hemos sufrido en casa, necesito alegría, luz y mucha vida en mi día a día y mira, tener a la primavera enseñando la patita, es algo que me alegra y mucho.
Para celebrarlo, un plato típico y tradicional que en casa gusta mucho: Conejo al ajillo.
Un plato de esos que tienen que hacer chup-chup y que están mucho más ricos cuando los preparamos de un día para otro. Plato para mojar pan, para acabar comiendo con los dedos y una servilleta al lado para la gotita de aceite que siempre acaba de escapada por la barbilla.
Indispensable acompañarlo con un buen vino tinto como el Valcortés Reserva de Maset del Lleó. Un delicia de acompañamiento durante la comida, después y especialmente durante, porque ya sabemos que como mejor se cocina es con una copa de vino al lado.
Os dejo con la receta. Espero que os guste.
¡Feliz semana!
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Ingredientes Receta conejo al ajillo
– 1 conejo cortado a trozos
– 1 cabeza de ajos
– 1 copa de vino blanco seco
– 2 hojas de laurel
– 1 rama romero
– 2 vasos de caldo de verduras
– Aceite, sal, pimienta negra en grano
Elaboración
Dorar el conejo en una cazuela (si es de barro, mejor) con aceite, hasta que quede dorado por fuera. Retirar y reservar.
En la mismo aceite dorar los ajos enteros pero machacados (damos un golpe con el cuchillo a cada diente entero con piel). Incorporamos las hierbas y la pimienta en grano y cocinamos durante unos minutos.
Incorporamos el conejo y la copa de vino. Cocinamos hasta que el vino haya casi evaporado por completo. Echamos los dos vasos de caldo y cocinamos durante 45min. Si necesita más líquido añadimos más caldo o agua.
Comprobamos que está ya hecho cuando la carne del conejo se separa fácilmente del hueso. Retiramos del fuego y dejamos reposar 10min en la cazuela.
Podemos acompañar con patatas, pan o rovellons como en la foto.
Indispensable un buen vino.
Sí, qué ganas ya de primavera!! Además hace calor a mediodía y parece que la energía es contagiosa, verdad?
Ese conejo con níscalos son un reconstituyente de invierno que apetece en cualquier momento.
Un abrazo!