Desde que mis padres se jubilaron, decidieron ser como las golondrinas y elegir su ubicación en función de la temporada y con consiguiente, del tiempo. Así, pasan la mayor parte de la primavera, verano e inicio del otoño en Galicia y la parte más fría del otoño y el invierno en Barcelona.
De esta forma ganan varias cosas:
1. Alejarse del frío y húmedo invierno de Galicia y el sofocante verano de Barcelona.
2. Desconectar y parecer que cada vez que se «mudan» sea como ir de vacaciones.
3. Distribuirse entre sus dos hijas, cada una en una ciudad diferente separada por 1000km.
Nosotras, siempre les decimos que ya es hora de dejar de hacer ese trayecto en coche y hacerlo en avión que es más cómodo y seguro, pero ellos todavía no están muy convencidos porque en el avión hay un handicap: el peso del equipaje.
Porque claro, yo digo muy ancha que me prefiero que vayan y vengan en avión pero salivo en cuanto llegan porque siempre me traen chuletones, botellas de vino de la cosecha, licor café, rixós, chorizos, quesos… Así que claro, ¿cómo van a decirles a los señores de Vueling que tienen que llevar equipaje extra y encima líquidos para que su hija esté así de hermosa?
Este año una de las tantas cosas que me trajeron fue este queso Barral DO Arzúa-Ulloa, hecho con leche de vaca y que se deshace en la boca.
Con él, preparé este sandwich un día que no tenía muchas ganas de cocinar, pero sí de un capricho y tenía tan buena pinta, que no pude resistirme a fotografiarlo.
Además del queso, que se funde a la perfección, hay taquitos de jamón dorados previamente para que queden un pelín crujientes y cebolla caramelizada que contrarresta con su dulzor el punto salado del jamón.
Ya sabéis, si tenéis algún día ganas de sandwich, probad este porque seguro que os gusta.
¡Feliz semana!
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Ingredientes 1 sandwich:
– 2 Rebanadas de pan, en mi caso de cereales.
– 1 loncha generosa de queso Barral
– 100 gr de taquitos de jamón
– 1 cebolla pequeña
Elaboración:
Cortar a dados pequeñitos la cebolla y poner en una sartén a fuego suave con una cucharada de postre de aceite. Cuando empiece a coger color, vamos añadiendo a poquitos agua (como una cucharada sopera de cada vez).
Vamos repitiendo la operación hasta que tome un color marrón caramelo.
Doramos los tacos de jamón en una sartén sin aceite durante 5 min. aprox.
Montamos el sandwich con la loncha de queso, los tacos de jamón y la cebolla por encima. Tapamos con la otra rebanada de pan y tostamos por ambos lados. Servimos y nos chupamos los dedos.
Qué rico Mónica, le has dado una vuelta al sandwich clásico de jamón y queso y te ha quedado genial!
Pues es una faena cambiar coche por avión, con esas cositas tan ricas que te llevan jeje
Besos y buena semana!
A mi me parece muy sabia la elección de tus padres y además lo del coche es perfecto: se puede cargar tanto como quieras y así disfrutar de los productos locales jejeje
¡Pedazo bocata! Entre por la vista que ni te cuento:o)
Besos y feliz semana,
Palmira
Genial combinación!! tomo buena nota!
Besos
Adoro lo agridulce, a este tipo de preparación no puedo negarme nunca 😉
Besos